Un tranquilo arribo tuvo la Roja hasta Kazán, donde el plantel de Juan Antonio Pizzi se instaló en el hotel de concentración. Los jugadores descendieron del bus ante la presencia de varios hinchas chilenos. Las figuras nacionales pasaron raudamente, pero Arturo Vidal se detuvo por algunos minutos para compartir con los aficionados y firmar autógrafos.
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