La silla funciona a través de una diadema capaz de leer señales eléctricas del cerebroy actúa mediante los estados mentales de la personas.
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“El usuario define la dirección con la meditación. Si uno empieza a relajar los músculos y respirar profundamente, se entra en un estado de meditación. Y cuando suben los niveles de concentración, empieza a avanzar la silla”, comentó el creador al Conacyt.
Este proyecto fue ganador del reto Salud Pública en Vive conCiencia y participó en la vertical de Inteligencia Artificial y Robótica en el hackatón 2017.