El maestro Carmelito Marcelo, de 58 años, se hizo amigo del perro callejero Buboy hace más de dos años mientras enseñaba en una universidad en Pampanga, Filipinas.
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Carmelito le daría comida a Buboy todas las mañanas y la hora del almuerzo. El perro callejero se quedaría alrededor del edificio y patrullaba la escuela por la noche.
Se convirtió en una rutina para que Buboy correteara al salón de clases de Carmelito a primera hora de la mañana para que lo saludaran y luego regresara a la hora del almuerzo con sus bocadillos diarios.
Pero Carmelito dejó de venir a la escuela cuando sufrió un derrame cerebral a principios de este mes y luego murió unas dos semanas después, el 18 de mayo.
Durante dos semanas, Buboy vendría al frente del salón de clases y esperaría al maestro.
Los estudiantes emocionales notaron la tristeza de Buboy y con la ayuda de los maestros, llevaron al perro en duelo a la iglesia donde se encontraba el cuerpo de Carmelo.
El perro, una raza gris de Aspin, gimió mientras miraba una foto de su amigo sobre el ataúd abierto. El perro se acostó en el suelo delante del ataúd. Video: AP.
