El jefe de la Bipe Metropolitana de la PDI, comisario Juan Pablo Pardo, anunció este martes la recaptura de la prófuga de la justicia Natalia Guerra Jequier, quien mantenía una orden de detención por el delito de parricidio y se encontraba evadiendo la justicia hace más de dos años.
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Hablar de Guerra es referirnos a la tristemente célebre secta Antares de la Luz de Colliguay, que estaba compuesta por siete integrantes y que en 2017 el tribunal de Quilpué procedió a condenarlos por el delito de asesinar a un menor de apenas dos días de nacido, en medio de un ritual «místico».
La prófuga se ubicaba en una parcela de Isla de Maipo, Región Metropolitana, en donde se habría mantenido oculta por al menos dos años.
«Ella se cambiaba de domicilio constantemente: su pareja le hacía los encargos. Pero nosotros realizamos una serie de peritajes y tras lograr el permiso de la Fiscalía, procedimos a arrestarla en Isla de Maipo», informó el comisario Pardo, quien agregó que la detenida fue entregada a Gendarmería para su custodia.
Reveló el comisario que la parricida, al momento de ser detectada por la PDI, trató de evadirse por un patio trasero, pero «no pudo ir muy lejos».
Además de estar oculta en la parcela, había realizado cambios en su apariencia física.
Los integrantes de la secta fueron acusados por homicidio calificado, parricidio y encubrimiento de homicidio calificado.
Guerra, madre de la guagua asesinada, cumplió 361 días en prisión preventiva y 271 días de arresto domiciliario, recordaron los funcionarios judiciales.