Un explorador alemán emprendió este jueves un viaje de casi 3.000 kilómetros a bordo de una embarcación hecha de juncos desde el lago Beloslav, en Bulgaria, para demostrar una teoría que afirma que los antiguos mercaderes egipcios podían viajar hasta el Mar Negro.
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Las imágenes muestran al equipo de la expedición, liderado por el arqueólogo alemán Dominique Goerlitz, bautizando el pequeño bote de totora Abora IV con una botella de alcohol y emprendiendo viaje hacia el Mar Negro.
De acuerdo al itinerario, el viaje debería prolongarse por alrededor de 700 millas náuticas (1.296 kilómetros) hasta llegar a Alejandría, en Egipto. De esta forma se podría probar una teoría que plantea que los antiguos egipcios lograron llegar a los Balcanes para intercambiar las herramientas de hierro necesarias para construir las Pirámides.
«Vamos a demostrar que la civilización del antiguo Egipto estaba en cierto contacto con el Mar Negro», dijo Goerlitz.
Totalmente hecha de juncos, la embarcación de 14 metros de longitud necesitó de un total de 12 toneladas totora y dos kilómetros de cuerda para ser construida. Según Goerlitz y su equipo, el diseño del barco se inspiró en antiguos dibujos rupestres del alto Egipto y el Cáucaso.
La expedición también marca el 50 aniversario del viaje de una embarcación similar, la Ra II a bordo de la que el explorador noruego Thor Heyerdahl logró cruzar el Atlántico en 1970. Video: Ruptly.