Tengo sentimientos encontrados respecto al vestido de Carolina de Moras en su segunda noche animando el Festival. Creo que son dos vestidos en uno: una parte superior cubierta en cristales que me encanta, y una parte de abajo consistente en un faldón negro a ratos incomprendido.
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Ese vestido yo lo definiría como perfectamente errático, no lo termino de digerir. Creo que si hubiera sido algo con volumen mejor incorporado a la parte de arriba podría haber mejorado mucho.
De todos modos es un avance comparado con la primera noche. Además ella es tan estupenda que se ve magnífica, y me parece fantástico que trabaje con diseñadores jóvenes, pero creo que aún no logra despegar en plenitud.
Miguel Ángel Guzmán, diseñador chileno