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Un desatado Pablo Macaya se robó el primer capítulo de "Chipe libre"

El infiel personaje del actor fue el más ágil de la nueva nocturna de Canal 13, que partió con estadísticas de separaciones e infidelidades.

Una estadística de divorcios en Chile abrió el primer capítulo de “Chipe libre”, nueva nocturna de Canal 13 que cuenta la historia de un matrimonio que decide tomarse un tiempo de separación para arreglar su relación.

Y pese a ser una comedia, la tónica de la estadística se mantuvo, ya que su primera mitad estuvo dominada por las escenas dramáticas de rompimiento y discusiones en el aproblemado matrimonio de Julieta (Fernanda Urrejola) y Gonzalo (Nicolás Poblete), que representaron de manera muy realista la disolución de una pareja.

Al más puro estilo “Soltera otra vez”, la nocturna partió con la narración de ella mostrando la manera en que se conocieron, enamoraron y casaron esta neurótica sicóloga de parejas y este relajado diseñador/dibujante/músico/dueño de bar. Siete años después, el matrimonio está claramente desgastado y llevan semanas sin tener relaciones sexuales, lo que aumenta su insatisfacción.

El punto de quiebre se da cuando, para el día del cumpleaños de Julieta, Gonzalo le prepara una festividad familiar y con amigos, pese a que ella le había dicho que prefería algo íntimo. Tras una fuerte discusión, ella se acuerda de que su compañero de trabajo Ricardo (Luis Gnecco) le habló de una terapia experimental llamada “Chipe libre”, donde la pareja debe separarse por tres meses sin verse, hablarse, contactarse o espiarse de ningún modo, con el fin de arreglar su relación.

Es entonces cuando empieza la verdadera comedia, principalmente aportada por Cristóbal (Pablo Macaya), un asesor político y amigo de la pareja que, pese a estar a punto de casarse con la ingenua Cata (Loreto Aravena), es infiel compulsivo y tiene la teoría de que el ser humano es polígamo por naturaleza y que para arreglar las cosas con una mujer “hay que engañarla”. El personaje, musicalizado constantemente por el “Blurred lines” de Robin Thicke, se transformó de inmediato en el catalizador de la acción, al arrastrar al recién “separado” Gonzalo a una fiesta con un diputado mujeriego que termina con un comprometedor video subido a YouTube, que Julieta ve.

El otro detalle cómico estuvo aportado por la misma Urrejola, ya que su personaje, pese a ser sicóloga, conversa con su “Súper Yo” y con su “Ello”, dos personalidades de ella misma que representan su lado bueno y su lado malo. A la segunda de ellas decide hacerle caso cuando, despchada por el video, se acerca y coquetea con un misterioso joven (Mario Horton) que conoce en una piscina y que, sin decir una sola palabra en todo el capítulo, se nota que será su gran tentación en la teleserie.

El gran misterio de la trama estuvo aportado por el personaje de Carolina Varleta, una joven que ingresa a trabajar de mesera al bar que administra Gonzalo y que, junto con tener un extraño sentido del humor, parece obsesionarse de inmediato con él y proponerse ser, también, su gran tentación.

La nueva nocturna promedió 14.5 puntos on line, entre las 22:05 y las 23:08 horas, y alcanzó varios peaks de 18 unidades, el primero de ellos fue a las 22:51 horas. En ese mismo horario, TVN tuvo 9.8 puntos; Mega 27.6 y CHV 7.8 unidades, según cifras de Canal 13.

Francisco Ormazábal / Publimetro

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