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Anoche vimos cómo la vida de Tichi Achondo (Paola Volpato) se desmoronaba en los primeros cinco minutos de transcurrido el primer capítulo de “Pituca sin lucas”. Perdió a su marido, su casa, los muebles y todo su dinero en un golpe del cual tuvo que reponerse rápidamente para sacar adelante a su mamá y a sus tres hijas.
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Así comenzó anoche, tras la emisión habitual de “Las mil y una noches”, la primera teleserie vespertina de Quena Rencoret en Mega, estrenada en el prime de la señal de Bethia.
En el transcurso del capítulo se pudo ver a Tichi buscando desesperadamente una casa donde vivir tras perderlo todo. La ficción de Mega puso a la empobrecida mujer frente a una serie de imponderables, uno de los cuales estuvo marcado por su nuevo vecino en La Florida, Manuel Gallardo (Álvaro Rudolphy), con quien llegó hasta Carabineros tras chocar su camioneta. Todo esto mientras ambos ignoran que viven uno al lado del otro, escena que marcó el final del estreno de la señal de Vicuña Mackenna.
Pero esto no fue todo. Paralelamente, Belén Risopatrón, personaje interpretado por Mariana Di Girólamo, es la única de las tres hijas de Tichi que le brinda un incondicional apoyo.
“Ella tiene 18 años, está en cuarto medio. Le toca vivir esta experiencia fatal de dejar esta vida de ricos e irse a vivir a un barrio de clase media”, cuenta la debutante actriz y sobrina de Claudia Di Girolamo.
“Ella es una niña muy responsable, siempre ha sido la contenedora de la mamá y ha tenido que adoptar ese rol como hija del medio. Le dice a Tichi que todo va a estar bien, que esté tranquila, pero ella igual lo pasa pésimo y de tanto absorber, en algún momento va a explotar”, adelanta.
La relación de los Gallardo-Risopatrón hijos
No obstante lo anterior, la existencia de Belén no sólo está marcada por la estrecha relación que tiene con su mamá. Augusto Schuster, en el rol de Fidel Gallardo, hijo de Manuel, le arrebató el corazón en su primer encuentro, emitido anoche.
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“Desde el primer día se enamoran, pero esto se viene complicado por que él está pololeando, tienen distinta clase social, otras tendencias políticas dadas por el papá de él. Ahí está su lucha”, pormenoriza Di Girolamo.
“Estamos súper confiados pero no en exceso. Ha habido un trabajo arduo desde hace mucho tiempo y al estar acá me doy cuenta de eso. No habría razón para que no nos vaya bien, la historia es liviana, entretenida para la familia, los personajes son interesantes, reconocibles. Estoy muy tranquila”, dice luego sobre sus expectativas de rating en el mediano y largo plazo.
Mónica Farkas/ Publimetro