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Sus compañeros miraban expectantes como preparaba un panqueque, luego de que Daniel Stingo -al borde de una pataleta- reclamara que la cocina no era lo suyo.
Finalmente, el abogado tuvo su revancha y esta mañana le dieron la oportunidad de probar suerte con un panqueque. Stingo vertió la mezcla, esperó a que estuviera cocida y la guinda de la torta vino al dar vuelta la masa, tal como lo hacen los expertos: lanzando el panqueque hacia el cielo y luego, atrapándolo con el sartén.