“Mustafá” pensó que había tomado la gran decisión de su vida, sin embargo lo ocurrido no fue del agrado de “Suleimán”, quien rápidamente se enteró de que su hijo había mandado a construir un barco y enfrentó a un pirata para rescatar a un niño.
El “Sultán” partió con sus hijos a una campaña y aprovechó el momento para encarar a “Mustafá”. “Sé que lo que hice fue incorrecto. Lo que hice lo decepcionó y quiero disculparme, perdóneme”, suplicó el heredero.
Sin embargo estas palabras no fueron suficientes para “Suleimán”, quien expresó su indignación sin piedad. “Esto no fue sólo un error. Te pusiste en el lugar del Sultán y tomaste una decisión como si fueras yo”, increpó el emperador.
El discurso de “Suleimán” no terminó ahí y pese al arrepentimiento de “Mustafá” insistió, “tu vanidad, tu exceso de confianza causaron esto. Que gran pérdida. ¡Tu arrogancia!”, señaló el líder de la dinastía otomana.
“La vanidad te ha cerrado los ojos. Tu disculpa no es convincente. La vanidad y la arrogancia son armas del diablo. Si no puedes controlarlas ellas te controlarán”, concluyó indignado el “Sultán” del mundo.
