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Los últimos capítulos no han sido fáciles para “Suleimán” pero el dolor no podía durar para siempre y tras perder a su hijo “Mehmed” -quien fue infectado por orden de “Mahidevrán” y finalmente murió- el “Sultán” recibió una buena noticia que llenó de esperanza su corazón.
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“Rustem Pasha” entró a la habitación de “Su majestad” y le informó, “ha ocurrido un milagro”. Tras esto “Suleimán” salió de sus aposentos y se reencontró con “Hurrem”, quien regresó al palacio tras ser rescatada por “Bali Bey”.
Después de un tiempo, la pareja se dio el tiempo de conversar sobre su hijo “Cihangir” y la enfermedad que no sólo aqueja al quinto hijo del matrimonio, sino que también al emperador otomano.
“No hay palabras que describan el dolor cuando me enteré de su enfermedad. Era como si el mundo se hubiera acabado. Tal carga después de mis cuatro príncipes, por una vez en mi vida llegué al punto de ser desagradecido. No entiendo como pude cometer tal pecado”, reconoció “Suleimán” ante “Hurrem” quien señaló, “nunca me dijo esto”.
“¿Cómo podía decírtelo? Me avergonzaba de sólo pensarlo. El hijo de un Sultán no podía ser así, no lo aceptaba, por eso hice todo lo que estaba en mis manos para que se recuperara, no importaba si la cura lastimaba a mi propio hijo. Él no era el que estaba enfermo, era yo. Su joroba pesaba en mi espalda y cuando entendí eso cambié de actitud”, reconoció el líder del imperio.
Finalmente, el “Sultán” no pudo contener las lágrimas y continuó su desgarrador relató. “Lo amé como era y demasiado, pero a pesar de eso Alá no me perdonó y me castigó llevándose a mi valeroso ‘Mehmed"”.
