PUBLICIDAD
0 of 10
- Javiera Mena sufre millonario robo de sus instrumentos
- Ricky Martin pasa mal rato en el inicio de su gira por Argentina
Síguenos en Twitter
«¡Es como viajar en el tiempo!», exclama entusiasmada Kathy Etchingham, quien fue novia de Jimi Hendrix, contemplando su viejo apartamento restaurado al detalle, tal y como era cuando lo habitó en los felices años 60 de Londres.
El apartamento en el que Etchingham vivió con Hendrix entre 1968 y 1969, que abre este miércoles al público, revela la vida doméstica ordenada de la estrella de rock estadounidense.
Usando fotografías, más los recuerdos de Etchingham, y objetos originales, la habitación es un calco de lo que era.
PUBLICIDAD
Los discos que escuchaba están ahí, así como la guitarra acústica con la que creó algunos de los «riffs», u ostinatos, que revolucionaron el rock.
El apartamento, en el número 23 de Brook Street, en el distinguido barrio de Mayfair, es adyacente a la casa que perteneció al compositor barroco del siglo XVIII George Händel, otro gran innovador musical.
Tras el proyecto de restauración, que ha costado 2,4 millones de libras (3,5 millones de dólares y 3,1 de euros), se pueden visitar ambas casas con la misma entrada.
– Limpio y ordenado –
En 1966, Hendrix, que era de Seattle, en el noroeste de Estados Unidos, se mudó a Londres, causando asombro por su destreza con la guitarra.
Según su novia, al músico estadounidense le sorprendió la falta de restaurantes y tuvo que cambiar el café por el té, pero se acostumbró rápidamente a las singularidades locales y le encantaba ver el folletón televisivo «Coronation Street», que sigue en pantalla.
Hendrix se mudó al apartamento restaurado el 4 de julio de 1968, pagando un alquiler mensual de 30 libras (43 dólares, 39 euros), y él y su novia lo decoraron con cortinas de color turquesa y alfombras rojas, compradas en John Lewis, unos grandes almacenes que son toda una institución londinense.
«Jimi era muy limpio y ordenado. Estuvo en el ejército y solía hacerse la cama. Era un perfeccionista», dijo Etchingham.
La pareja tenía un gato que volvía al apartamento con palomas y ratones.
Una placa mal colocada fuera del edificio hacía pensar a la gente -incluyendo a Hendrix- que Händel vivió en el número 23 de la calle, y no en el 25.
Ignorando quién era el guitarrista, «había estudiantes de música que golpeaban a la puerta. Hendrix solía enseñarles el lugar. Luego se sentaban y charlaban sobre Händel. Jimi pensó que tenía que escuchar la música de ese señor», recordó Etchingham.
El «bluesman» se compró el disco del «Mesías», la obra maestra de Händel, compuesta en la casa de al lado 227 años antes.
El apartamento de Hendrix llegó a convertirse en la oficina del museo del músico alemán.
El apartamento de Hendrix contiene unas alfombras persas, un juego para tomar el té, una televisión en el suelo, una guitarra en la cama, un disco de Bob Dylan en el tocadiscos, un juego de Monopoly sobre uno de los altavoces y unas plumas en la repisa de la chimenea.
En la mesita de noche hay una página manuscrita de Hendrix y una grabadora portátil.
AFP