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Más aciertos que desaciertos: Así fueron los looks de la gala de Viña 2016

Cuando un séquito de nuevos y antiguos rostros, nuevos ricos, grandes o pequeños famosos aparecen en la gala del Festival de Viña 2016, siempre quedó absolutamente sorprendido y debo reconocer, gratamente, que hoy estamos a un nivel internacional.

Ya no vemos desfilar a los invitamos como antaño, con vestidos de Patronato y zapatillas. Ahora hay preocupación y dedicación, entendiendo lo que esta gala representa. Hay aciertos y desaciertos, pero cada vez mejoramos más y ejemplo de ello fue la animadora de «Buenos días a todos», Javiera contador.

Aunque en el pasado la también actriz fue muy criticada por su look, esta vez sorprendió viendose bella y cómoda con un vestido de D&G y un acertado estilismo de John Pérez y Macarena Matte.

Sus colegas Alejandra Fosalba y Tamara Acosta también deslumbraron sobre la alfombra, impecables cada una en su estilo. Folsalba viene descatando hace rato como fashionista, pero una nueva Acosta dejó boquiabiertos con su belleza y garbo.

Quien acaparó todas las miradas desde su arribo al evento fue alguien que conoce perfectamente las pasarelas: Carolina Parsons. Diva por donde se la mire, enfundada en un Mark Bouwer destacó como una de las mejores.

Mención aparte para Katherine Salosny, quien brilló con un traje de la colección Coscuois exclusive de H&M, hecho con telas orgánicas; para Tonka Tomicic, quien todos los años califica entre las divinas de la jornada y esta vez lo logró con un Roberto Cavalli; y para Marcela Vaccareza, quien con un Tom Ford dejó ver su impresionante su figura, estampa, elegancia y, sobre todo, el dominio de su cuerpo al andar.

Los puntos bajos

Pero así como hubo puntos altos, también hubo algunos más bien bajitos que, a mi juicio, que ojala pasen rápidamente al olvido.

Ícono de lo que les menciono fue Pamela Díaz, quien con un vestido viejo que, según contó, tenía guardado hace 2 años por si la invitaban, demostró que difícilmente podrá pasar a ser algo más que parte de «la people».

La siempre vanguardista Vesta Lugg, que con looks arriesgados siempre muestra preocupación, arribó a la gala vestida por el argentino Aarón Nachtalier y, pese a que su belleza natural hace imposible que se vea mal, creo que aún le falta para estar al 100% en una alfombra roja.

Marlen Olivari llevó un Versace que podría haber lucido más si no hubiese recurrido a un maquillaje sobrecargado que se vio peor por su exceso de poses y muecas que nadie logra entender.

El brillo de los anfitriones

Hacia el final de la noche, cuando ya el grueso de los famosos habían mostrado sus cartas sobre la «red carpet», aparecieron los animadores, los dueños de casa, quienes como cada año se llevaron todos los aplausos.

Es un hecho que Carolina de Moras se puede poner el vestido que quiera y siempre se verá maravillosa con esa facha que cualquiera ya quisiera. Se veía simplemente estupenda con un diseño del artista nacional Pablo Gálvez.

Rafael Araneda, a quien tengo el privilegio de asesorar, nunca se equivoca y eso es porque confía plenamente en los trajes que elige para él Sergio Arias. En esta ocasión innovó con texturas y gamas de azules, y se veía con la elegancia que tiene que tener el anfitrión del «festival de los festivales».

Cuando el reloj se acercaba a las 2 de la madrugada se puso fin al desfile, con todas las cartas ya echadas, y esperemos que con varias lecciones aprendidas.

 

Por Mauricio Contreras, estilista, dueño de Mauro Contreras Studio Peluquería y Boutique

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