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«El retiro lo he pensado desde hace tiempo», reveló esta tarde el astro mexicano Marco Antonio Solís en su arribo a Viña del Mar, donde este lunes será el encargado de abrir los fuegos de la versión 57 del Festival.
Ameno, cercano y pausado, Solís conversó con la prensa acreditada al certamen y reveló que ad portas de cumplir 40 años de carrera, planea alejarse de los escenarios paulatinamente.
«Yo no creo en el retiro definitivo, pero sí en ir bajando la carga de trabajo», comentó, para luego advertir que es algo que «uno lo hace poco a poco, viajando menos y saliendo menos». Sin embargo, destacó que «pero uno nunca deja de crear», y por eso, a futuro, le gustaría componer para «nuevos valores».
Mientras esos planes se concretan, el intérprete de «Si no te hubieras ido» se alista para cumplir con su agenda de conciertos, destacando el que realizará mañana en la Quinta Vergara; escenario que tiene un significado especial para él, según confesó.
«Viña del Mar es muy importante porque a mí, en lo particular, me abrió la posibilidad de ser más aceptado en Latinoamérica», señaló, recordando que tras su primera visita (en 2005) pudo darse a conocer en mercados que le eran algo más esquivos, como el argentino.
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«Por eso creo que el Festival es una plataforma ideal para todo artista, para su proyección», argumentó.
A horas del espectáculo que realizará en la jornada inaugural, el artista que comenzó en la música a los 16 años junto a Los Bukis no ocultó su entusiasmo por presentarse en un recinto en el que «siempre hay expresión (del público) y eso es lo que más me gusta».
Respecto a su presentación en sí, Marco Antonio Solís adelantó que «mucha gente pide canciones nuevas, pero otros me solicitan los éxitos. Mi idea es hacer un balance y llevar a cabo un show fluido y activo que no se detenga nunca», y en el que haya mucha «interacción entre el público y los que estamos con el micrófono».
Por Karen Cordovez / PUB
