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El actor italiano Bud Spencer, nombre artístico de Carlo Pedersoli, reconocido por participar en célebres películas como «Le llamaban Trinidad», falleció este lunes a los 86 años acompañado de su familia en un hospital romano, según anunció su hijo, Giuseppe Pedersoli.
«Papá se marchó serenamente a las 18:15. No sufrió, nos tenía a todos junto a él y su última palabra fue ‘gracias'», dijo su hijo, según informaron medios locales italianos.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, dijo al conocerse la noticia que con la muerte de Bud Spencer «desaparece un gran intérprete de nuestro cine que en el curso de su larga carrera supo divertir a generaciones enteras y conquistar al público con su grandísima profesionalidad».
«Ciao #Bud Spencer. Te quisimos tanto tantos», escribió por su parte el primer ministro Matteo Renzi en un mensaje en la red social twitter.
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La última aparición del actor en televisión sucedió en 2010, una teleserie de ficción del Canale 5 titulada «I delitti del cuoco» (Los delitos del cocinero) y había recibido un homenaje en su Nápoles natal.
El actor fue conocido sobre todo por ser el gigante bueno en algunos de los llamados «Spaghetti western», las versiones de ese género rodadas en muchas ocasiones en el sureste de España y especialmente su versión cómica junto con Mario Girotti, el verdadero nombre de Terence Hill.
Debido a su físico imponente comenzó a trabajar en algunas películas como «Quo Vadis?» (1951) pero su primer papel importante fue el del agresivo Nando de la película de Mario Monicelli ‘Un eroe dei nostri tempi’ (1955).
En 1957 dejó Italia y volvió a Sudamérica, donde trabajó como obrero de la construcción. Y, tras regresar a Italia, probó fortuna con la música escribiendo canciones para cantantes del momento como Ornella Vanoni y Nico Fidenco.
Su regreso a la pantalla grande fue con el título de Giuseppe Colizzi «Dio perdona… ma io no» (1967), que marcó el tipo de personaje que después interpretaría Spencer, el del gigante bueno, al que es mejor que no hacerle enfadar.
Pero es su encuentro con Terence Hill el que le catapultó a la fama dando lugar a un auténtico genero cinematográfico con películas como «I quattro dell’Ave Maria» (1968), «La collina degli stivali» («La colina de las botas, 1969), «Lo chiamavano Trinità..» (Le llamaban Trinidad, 1970), «…continuavano a chiamarlo Trinità» («Le seguían llamando Trinidad», 1971).
O las más recientes y no ambientadas en el lejano oeste «Non c’è due senza quattro» (1984) y su última cinta juntos «Botte di Natale» («En Nochebuena se armó el belén», 1994).
En los últimos años rodó «Cantando dietro i paraventi di Ermanno Olmi» (2003) y algunas serie para la televisión.
Carlo Pedersoli también quiso dar el salto a la política y se presentó en 2005 a las elecciones regionales del Lazio, cuya capital es Roma, en las listas de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, pero no fue elegido.
Antes de ser mundialmente conocido como actor, Pedersoli fue veinte veces campeón de Italia de natación en estilos, braza y mariposa. En julio de 1950, con 20 años, se convirtió en el primer italiano en nadar por debajo del minuto (59.5) en los 100 metros estilos.
Compitió en dos Juegos Olímpicos, en Helsinki’52 y Melbourne’56. Tras dejar la natación en 1950, practicó waterpolo (con el Lazio), rugby y boxeo.
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EFE