0 of 5
Hace 15 años, Winona Ryder se hallaba tocando fondo. En 2001 decidió robar prendas en Saks de Los Ángeles, con un valor superior a los 4.500 dólares. Su juicio se mediatizó y la que otrora fuera ícono de los 90, caía en desgracia.
Sus 480 horas de trabajo comunitario y sus 11 mil dólares de multa opacaban, así, una carrera brillante: fue la alienada Lydia de «Beetlejuice», la angelical musa de Eduardo Manos de Tijera. La -no tan inocente- May en el Nueva York del siglo XIX de «La Edad de la Inocencia», de Martin Scorsese.
También se consagró como productora y protagonista de «Inocencia Interrumpida», película que le dio la gloria a Angelina Jolie. Fue novia de Johnny Depp. Y a pesar de que la insoportable Gwyneth Paltrow le robó el papel de «Shakespeare Enamorado» (con el que ella ganó el Oscar), en MTV, obtuvo su revancha:
Pero todo eso quedó atrás al ser famosa por su delito, por las camisetas que de ella hizo Billy Tsangares (Free Winona) y en consecuencia, la pérdida casi absoluta de su carrera.
Actualmente y ya aprendida la lección, Winona vuelve a brillar. Brilla en «Strange Things» Brilla por su apariencia, pues su madurez ahora es su sello característico. De hecho, no se ha hecho cirugía alguna, como otras compañeras de generación. Tiene 44 años y luce así:
Dijo alguna vez que adoraba hacerse mayor, ya que quería dejar de verse como una niña. Y aprendió otra dura enseñanza: ser famoso puede ser una maldición y una bendición a la vez. «No quiero ser otra vez una estrella de cine», afirmó, en consecuencia de la dura depresión que tuvo por años debido a lo que le pasó. «Mi vida me pertenece», aseguró.
Y es que duró años apartada. Se hizo un hueco en el cine independiente y salió en películas espantosas como «La Herencia del Señor Deeds», con Adam Sandler. También fue duro verla como la bailarina reemplazada, decadente y madura en «El cisne negro». Un reflejo de lo que parecía haber pasado con ella. Pero ahora, que protagoniza la serie más famosa de Internet en estos momentos, brilla más que nunca.
