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Su verdadero nombre es Rocco Tano. Pero en el medio del espectáculo, es conocido como «El Semental Italiano» y ha hecho películas desde 1987. Ya tiene 52 años, pero Rocco Siffredi es uno de los actores más conocidos en el mundo si se habla de porno. Y por su vida han pasado, es obvio, incontables mujeres.
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Protagonizó 1700 filmes, con hasta cinco parejas con cada uno (más las que tenía fuera del rodaje). Sin embargo, en el nuevo documental sobre su vida, presentado en el Festival de Cine de Venecia, revelan que el sexo casi le arruina la vida.
En el largometraje, presentado por Thierry Demaiziere y Alban Teurlai, se ve el narcisismo de quien también llamaron «Míster 23 centímetros». Y también su machismo y el de la industria del porno.
El actor revela todo lo que pasa con su vida sexual. «El sexo dirigía mi vida. Lo hice tres veces al día, al menos, durante 20 años. Y hace diez años, cuando quise dejarlo, no pude. Comencé con prostitutas y luego mujeres mayores, transexuales y cualquier cosa que se moviera», relata.
Incluso siguió en esas después de casado y luego de retirarse. Ante su esposa, Rozsa Tassi y ante sus hijos, era un hombre ejemplar que había dejado todo eso junto con su carrera. Pero seguía con su doble vida. Por eso sufría y terminaba cosas que ni quería hacer, sostiene. Cuando vió «Shame: Deseos Culpables», la película sobre un adicto al sexo protagonizada por Michael Fassbender, se sintió totalmente identificado: «El pene arranca y acabas haciendo cosas que ni querrías», dice.
Como no podía contarle nada a un sexólogo, comenzó a autodestruirse. Conducía a 200 kilómetros por hora, porque quería matarse. Se subía a un avión, esperando a que se accidentara. Mientras tanto, se sentía peor cada vez que su esposa e hijos le sonreían. Hasta que pudo desahogarse en «La Isla de los Famosos». Y así retomó su carrera.
Ahora solo dirige, produce y da clases en la Academia del porno que tendrá en Hungría. Por su carrera, su familia se alejó de él. Solo su madre se mantuvo a su lado y le dijo que siguiera su sueño. Es la única mujer a la que trata bien en el documental. Las mujeres le temen y lo aman. Y ante las acusaciones de machismo se defendió: «Las mujeres antes ni tenían orgasmos».
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Siffredi también cree que el porno ha sido destruido por el Internet, porque «los que se enriquecen son los que saben usar la red. Cualquiera que tenga móvil sube todo gratis», afirmó, citado por el periódico español El País.
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