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Sonrisas y autógrafos aparte, Richard Gere ha demostrado durante su estancia en el Festival de Cine de San Sebastián que ser una estrella de cine es compatible con la solidaridad hacia los más desfavorecidos y tampoco tiene reparos en criticar a Donald Trump.
«Es y siempre será un payaso», asegura tajante el actor del candidato republicano a la Presidencia de EEUU.
En una entrevista Gere afirma que si Trump accede finalmente a la Casa Blanca convertirá su país en una «pesadilla» y se muestra convencido de que «este tipo de personas, de las que también hay exponentes en Europa, son una expresión del estado de confusión que vive el mundo».
Acompañado de su novia española, Alejandra Silva, desde que ayer llegó a la ciudad del norte de España, Gere ha presentado hoy en el Festival de Cine de San Sebastián «Invisibles», un filme en el que trata de meterse en la piel de los «sin techo» de Nueva York y en la que ambos se conocieron.
Esta película, reconoce, le ha «marcado» y le ha hecho sentir algunos de los momentos más especiales de su vida al compartir experiencias con personas sin hogar con las ha seguido manteniendo su amistad.
Recuerda que durante el rodaje, siempre con las cámaras situadas lejos de los personajes, estuvo durante 45 minutos vestido como un ‘homeless’ en una plaza de Nueva York y, «por primera vez en 40 años de carrera», nadie le reconoció.
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«Y lo que es peor. Nadie me miró a los ojos», asegura el actor tras recalcar que con este trabajo intentó «sumergirse» en esa dura realidad y transmitir «qué se siente al no tener un techo, la ansiedad y la marginación que esto provoca».
En todo caso la película trasciende y aborda un tema universal como es «quiénes somos, cómo estamos en el universo», asegura el actor, ferviente seguidor del budismo.
A las pocas horas de llegar a San Sebastián Gere (67 años) visitó un centro de la Fundación Rais, que trabaja con los más desfavorecidos, de la que Alejandra Silva es madrina. Una causa que ha estado presente en casi la totalidad de la actividad pública de Gere en la ciudad.
«Esto no se trata de que somos Gere y su novia», asegura el actor, que no escatima en halagos hacia su pareja.
«Ella lo ha organizado todo a la hora de publicitar la labor de la Fundación Rais, una causa que no solo requiere de apoyos espirituales sino también de financieros», ha recordado en la presentación a la prensa de su película en un acto en el que se ha hablado muy poco de cine y mucho de los desfavorecidos.
Sobre su carrera, más volcada en pequeñas producciones en los últimos años con trabajos como «El cazador» o «Siempre a tu lado. Hachiko», asegura que «nunca ha seguido un plan a la hora de elegir papeles» y desconoce la «clave» de su longevidad en la industria cinematográfica.
«Es curioso, pero en los años 70 – agrega – los estudios llevaban a cabo películas pequeñas con guiones interesantes que ahora se clasificarían como películas independientes».
El actor de «Pretty woman» afirma con cierto orgullo que «no ha hecho una película de violencia o con un presupuesto de millones de dólares en su vida porque nunca ha querido».
«No he trabajado en Los Ángeles desde hace 25 años», asegura este neoyorquino, nacido en Filadelfia, que avanza con ironía que «desafortunadamente (en alusión a su novia) a partir de ahora repetirá muchos viajes a España».
Cordial y con buen humor a pesar del efecto de un «jet lag espantoso», Gere cree que la gente «tiene una idea errónea» sobre los actores.
«Tenemos una vida normal, con familias, hijos adolescentes que causan problemas y niños a los que hay que preparar el desayuno».
En este punto interviene Alejandra Silva y da fe de que su novio prepara unos desayunos excelentes. EFE