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La Defensoría Penal Pública y funcionarios de Gendarmería hace unos días se quejaron producto de las incursiones televisivas que habían tenido tanto Canal 13 como CHV con sus apuestas televisivas grabas en cárceles. Más concretamente, la crítica era a «Nadie está libre» y «Alerta Máxima» debido a que según ellos mismos, atentaban contra la dignidad de las personas y estigmatizaba el sistema penal.
De los dos canales acusados, el único en responder fue Canal 13, quienes a través de un comunicado envíado al medio nacional «El Mercurio» comentaron sobre la acusación: «Los jóvenes retratados en ningún caso son ‘encerrados’ por el programa, ingresan de manera voluntaria y pueden abandonar la experiencia cuando ellos lo deseen. La experiencia consiste en visitar la cárcel, con el objetivo de conocer la dinámica interna y la cotidianeidad de quienes están ahí».
Además, ellos mismo agregaron en la misiva: «en las dos temporadas anteriores de «Nadie está libre» se abordó otras dimensiones del tema carcelario y que «hemos mostrado cómo desde la cárcel pueden salir reflexiones hacia la sociedad, alejándonos de los estereotipos, sin desconocer los antecedentes penales de los reclusos que participan».
Sobre esto mismo, añadieron: «Trabajamos con la autorización de los padres, de los jóvenes, de Gendarmería y de los propios internos. El equipo realizador de «Nadie está libre» ya registró dos temporadas anteriores, abordando distintas dimensiones del tema carcelario. En nuestra propuesta hemos mostrado cómo desde la cárcel pueden salir reflexiones hacia la sociedad, alejándonos de los estereotipos, sin desconocer los antecedentes penales de los reclusos que participan».
«En ‘Nadie está libre’ presentamos un diálogo y una reflexión, a partir del encuentro de estos dos mundos: el de los jóvenes y el de los internos», remató la señal de Luksic.
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