J Balvin es uno de los cantantes de reggaetón más importantes y referenciales de la actualidad. Pero sigue teniendo sueños por cumplir.
J Balvin marca una gran diferencia con los pioneros del reggaetón. Junto con Maluma y otros contemporáneos, sofisticó el género y lo ha hecho más versátil. Sus colaboraciones con Pharrell Williams y Justin Bieber pueden probarlo. Pero, aún así, reconoce a quienes lo inspiraron desde el comienzo.
Asimismo, muchos lo adoran por su carisma y sencillez en redes sociales. Es sumamente divertido y auténtico.
Además, posee sentido del estilo, a pesar de las críticas por sus camisetas de grupos de rock y otros géneros “antagónicos” al reggaetón. Es bueno combinando tenis de firma con prendas oversized. Y siempre va de tendencia, pero muy a su manera. Esto le ha valido salir en la portada de “Vogue”.
Y por supuesto, con sus 13 millones de seguidores es un referente internacional que traspasó barreras culturales e idiomáticas. Pero en realidad, tiene los pies bien puestos sobre la Tierra. En entrevista con este medio afirma que aún no se siente en la cima de su carrera. Y que siempre lucha con el ego. Pero sobre todo, todavía tiene muchos sueños por cumplir
“Quiero hacer la diferencia”
Afirma que sueña con tener una familia. Establecerse con alguien. Pero sobre todo, desea tener una carrera significativa. “Quiero que esta pueda inspirar al mundo”, sostuvo.
Asimismo, se basa en que su música inspira a otros a seguir sus sueños. Y más que nunca cree en esa determinación al sobrevivir a un accidente aéreo en las Bahamas. “La posibilidad de quedar vivo en un accidente aéreo es 0,0, la misión es esa, es llevar ese mensaje y trabajar con disciplina y lo vamos a lograr.”
¿Y sus amores?
El cantante jamás ha presumido de romance alguno en redes sociales. Si bien ha expresado su admiración y gusto por famosas como Kendall Jenner, no tiene una pareja oficial en estos momentos. Además, en un clip de Instagram. explicó la razón de no tener una mujer a su lado. Este data del año pasado.
Ahí explicaba, bromeando, que era “un niño” y que por eso no tenía novia.
