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Hace unos meses Chontel Duncan daba de qué hablar debido a su marcado vientre y su decisión de no dejar de ejercitarse durante la gestación. “Solo dejaré de moverme y entrenar cuando no sea seguro para mi cuerpo”, aseguró la modelo en ese momento.
Y así fue, Chontel nunca tomó en cuenta las críticas y continuó realizando ejercicios. Finalmente el 25 de marzo se convirtió en mamá de Jeremiah Thomas, quien pesó 3.5 kilogramos (7 libras). En ese momento, a través de sus redes sociales, la modelo confirmó que el bebé se encontraba en perfectas condiciones. “Sano y feliz bebé, no hay nada malo en él. Está vivo y muy fuerte. Un absoluto campeón alimentándose, sin problemas. Mi recuperación no tiene complicaciones”, escribió.
Durante su embarazo, la también llamada reina del fitness practicó Muay Thai, boxeo y running. Además de que en su red social mostró el crecimiento de su barriga, dejand boquiabiertos a muchos usuarios, debido a que seguía luciendo unos abdominales espectaculares.
Pasó por un grave momento
Sin embargo, siete meses después de dar a luz, la modelo; que también dirige la cadena deportiva HITT Australia y fue finalista de Miss Universo en el 2009; ha revelado el sufrimiento que el ejercicio le provocó finalmente. El cual descubrió al llegar el parto.
Según acaba de confesar a través de su cuenta de Instagram, el desarrollo de sus abdominales se convirtió en una especie de jaula para su hijo, que tuvo grandes dificultades para nacer. La modelo incluso mostró una imagen de su vientre, con la cicatriz de la cesárea, a la que tuvo que someterla el equipo médico ante los problemas para extraer al bebé. De hecho Duncan ha reconocido incluso que sintió que había fallado.
Aunque la entrenadora confesó su deseo por dar a luz de manera natural, dio gracias a los que la apoyaron durante esos terribles momentos y aseguró que lo más importante era hacer todo lo necesario para que su bebé estuviera bien. “Tal vez un aspecto negativo de tener un abdomen fuerte” fueron algunas de las frases que se pueden leer en el siguiente mensaje.
El mensaje completo
“Lloré, sentí que había fallado Pero luego Sam me recordó mi mantra, que era ‘hacer todo lo necesario para que el bebé no sienta nada’ y sonreí. Con seguridad firme el papeleo y a los 20 minutos tenía a mi bebé en brazos. Habían tenido diversos problemas para sacar a Jeremiah de mi vientre, ya que mis abdominales lo habían encerrado de una manera muy tensa. Comencé a vomitar durante la operación, y es por lo que mi cicatriz está a mi lado derecho, porque el cirujano tuvo que cortar más y utilizar forceps para sacar a Jeremiah”
Y continúa: “A lo mejor es el lado malo de tener un vientre muy fuerte. Me curé de acuerdo a lo que me dijo el doctor. Mi cicatriz no es pequeña, es bastante grande y puedo sentir el tejido cicatricial. Me gustaría tener tres hijos más, y siempre intentaré tener un parto vaginal con cada uno. A todas esas mujeres que están ahí fuera con una cicatriz de cesárea, estoy MUY orgullosa de lo que significa la mía y por el regalo tan preciado que recibí a través de ella. Son recuerdos del día que nos convertimos en mamás”.
