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La ciudad de Arica le dio el vamos a la gira de la Teletón con un espectáculo que reunió a más de diez mil personas, según estimaciones de los organizadores, frente a la gobernación marítima.
«Arica siempre nos recibe con mucho cariño y para nosotros es muy importante partir con esa gana, para los artistas que están y los que se sumarán. Así que estamos muy felices», dice a modo de balance el conductor de Canal 13, Eduardo Fuentes.
La fiesta la abrió con la presentación de Mario Guerrero, quien con su romanticismo logró encantar a al público que no paraba de gritar por el oriundo de Graneros.
Como una muestra de agradecimiento, bajando del escenario el artista fue a saludar a sus fanáticas que se agolparon a un costado de la carpa que congregaba al equipo de este evento benéfico.
El espectáculo, que incluyó la exhibición de historias de niños del instituto Teletón de la ciudad de la eterna primavera, continuó con el «metal pájaro» de Sinergia, quienes de la mano de éxitos como «Te enojai por todo» y «Mi señora» hicieron saltar a los ariqueños.
«Fue muy especial para nosotros, porque hace tiempo no veníamos y sentir esa energía es algo bonito», expresó el histriónico «Don Roro», vocalista de Sinergia.
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Vian Yovi fueron los siguientes artistas en presentarse en Arica, siendo bien recibidos por el público ariqueño quienes cantaron a coro el éxito que llevó a estos hermanos a las radios de nuestro país: «No te creas tan importante».
El broche de oro de este inicio de la gira de la Teletón lo puso el grupo Noche de Brujas y su cumbia, quienes encabezados por Kanela, hicieron bailar a toda la ciudad de nuestro país.
«Es importante partir con esta fuerza y energía», comentó Kanela minutos antes de bajar del escenario, añadiendo que espera que con la misma fuerza «Arica se levante a colaborar este 2 y 3 de diciembre».
La gira continúa hoy en Iquique con un espectáculo que tendrá a los mismos artistas que Arica, salvo Mario Guerrero, y sumándose Francisco Saavedra a la conducción, ya que Karen Doggenweiler debía volver a Santiago.
Por Mauricio Neira