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Cientos de seguidores esperaron durante horas para tomarse una fotografía y pasar un minuto con el cantante español David Bisbal, que se encuentra en Argentina para presentar su último disco, «Hijos del mar».
Durante una firma de autógrafos en una céntrica tienda de discos, el español aseguró estar «muy muy feliz» de volver a un país que «siempre» lo ha recibido «muy bien» y que visita desde 2003.
Con cada nuevo trabajo comprueba que el público y el cariño de la gente «ha ido creciendo» en Argentina, aseguró.
Lo que más le gusta de su sexto trabajo es «la sensación de estar representando y trabajando en algo completamente distinto a todo lo anterior».
Bajo la máxima de que «ningún» disco se parezca al anterior, el cantante promete sorprender con sus nuevos temas, que saldrán a la venta el próximo 2 de diciembre.
«Me gusta seguir por la línea de la actualidad… para hacer lo mismo hay tiempo», insistió el ganador de dos premios Grammy.
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La emblemática avenida Corrientes fue el escenario de vocalistas improvisados que cantaban ‘Duele demasiado’ o ‘Antes que no’ -canciones que ya se conocen de su nuevo trabajo-, mientras hacían una fila que daba la vuelta a la manzana.
Desde las 4 de la madrugada de este jueves, Cecilia Durante esperó para poder ver al artista al que admira desde 2001, año en el que participó en el programa de televisión «Operación Triunfo».
Entre lágrimas, Lola, otra de sus seguidoras, explicó a Efe que escuchar las melodías interpretadas por el que fue el chico de los «rizos de oro» le ayudó a superar una depresión.
Este jueves, Lola aprovechó la presentación para comunicarle al almeriense que va a cumplir su «gran sueño» viajar a la tierra natal de su «ídolo».
«Cuando salió de ‘Operación Triunfo’ dijo que haría todo por sus fans, y lo cumple», concluyó.
A Alicia Pérez, una cantante argentina retirada, no le detuvieron ni el calor, ni sus 71 años para encontrarse con Bisbal.
«Vengo de Rosario (a unos 300 kilómetros), salí de trabajar ayer, sin dormir, me vine para acá, llegue a las 11 de la mañana, sin dormir, todo se hace por amor a David», explicó Amanda, miembro de uno de los clubs de fans del artista en el país austral.
Tras la firma, Amanda todavía temblaba y explicó que había sentido nervios pero que fue «hermoso, muy emocionante… un regalo que no olvidas».
Antes de abrir las puertas a la multitud que aguardaba en el exterior, el artista atendió a una niña en silla de ruedas, a personas que sufrían distintas discapacidades y que pudieron disfrutar de unos minutos exclusivos con su ídolo.
EFE