Llegar a los 129 años para muchos podría ser una “bendición”, sin embargo para una anciana rusa que afirma ser la más longeva del mundo ha sido un verdadero castigo.
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Koku Istambulova tiene 128 y pronto “celebrará” un nuevo cumpleaños, pero al parecer la mujer no tiene nada que festejar.
Según el gobierno ruso, y basado en un pasaporte interno, la fecha de nacimiento de Istambulova es el 1 de junio de 1889, por lo que ha visto pasar gran parte de la historia del país, indica el Daily Mail.
La mujer recuerda los “terroríficos” tanques alemanes pasar por su lugar de origen Chechenia y la deportación que vivió por años antes de volver a su tierra.
Haciendo un repaso de sus casi 129 años, Istambulova asegura que no ha tenido “ni un sólo día feliz” en su vida, y que se ha pasado su existencia trabajando duro y con una pala en la mano.
“Estoy cansada. Esta larga vida no es para nada un regalo de Dios, sino un castigo”, reconoce la mujer que está en buenas condiciones físicas, pero que el último tiempo ha estado perdiendo la vista.
Istambulova señala que “no tiene idea” de cómo ha logrado llegar a los 128 y que no hizo “nada especial” para conseguirlo. “Sólo fue la voluntad de Dios”, apunta.
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Finalmente, en una confesión desgarradora, la mujer indica que “mirando hacia atrás, desearía haber muerto cuando era joven. Trabajé toda mi vida. No tuve tiempo para descansar o entretenerme”.