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Madre e hijo superaron el cáncer, la pérdida de trabajo y la falta de vivienda para lograr su sueño: se graduaron juntos de la universidad

Los dos demostraron que nada es imposible y se apoyaron mutuamente para enfrentarse a los caminos de la vida.

Patricia Love Davis, de 51 años, y su hijo, Kenneth McCray II, de 25, no han tenido una vida fácil. Han debido sobreponerse a distintos problemas, pero siempre actuaron de la misma forma: unidos ante la adversidad.

El primer obstáculo fue cuando el menor tenía 6 años: su padre falleció. Desde ese instante, la mujer tomó las riendas de la familia, pero el 2004 se le diagnosticó una rara forma de linfoma, justo cuando estaba pensando en ingresar a estudiar a la universidad, lo cual era su sueño.

Ese momento fue un cambio brutal para ella, pero siguió trabajando ya que era la única fuente de ingresos en el hogar. Pero el 2012 perdió su trabajo luego que en el lugar donde estaba empleaba cerrara todo el departamento en donde ella se desempeñaba.

«Mi ingreso se detuvo. Nos quedamos sin hogar por un tiempo. Estuvimos sin hogar durante aproximadamente dos años», relató la mujer a ABC News.

En ese instante, comenzaron a vivir en diferentes viviendas con familiares, estando en casas separadas por unos meses. La situación llevó además a Kenneth, quien tenía 18 años, a dejar sus estudios de primer año de universidad producto de los líos económicos.

«Llegamos a tiempos difíciles y tenía que ser el hombre de la casa. Terminé trabajando», indicó el joven. Debido a su labor profesional, lograron volver a vivir juntos, pero el hombre igual sufría por los frustrados deseos en común de estudiar.

«Hubo momentos en que quería colapsar, así que tuve que esconderme en el baño un poco sin hacer ruido para que mi madre no me viera. Fue bastante difícil pero siempre busco algo positivo en el camino «, expresó.

Para el 2014 la situación cambió. Ambos se inscribieron a estudiar en la Broward College y se matricularon en carreras distintas. Él ciencias de la computación; ella para ser una asociada en justicia penal. Y cuatro años después, se graduaron juntos.

«Todavía quería obtener esa educación y obtener esa experiencia, que para mí fue increíble. Tuve los profesores más increíbles que hicieron que fuera muy divertido aprender a medida que avanzaba», reveló la mujer.

Incluso, tuvieron una clase en común, admitiendo que para ella fue «incómodo al principio» compartir sala con su hijo, pero sirvió para que ambos se apoyaran y pasaran Matemáticas.

«Poder no solo graduarme y obtener mi título, sino tenerlo con mi hijo y caminar por el escenario con mi hijo, es un sueño hecho realidad. No es nada con lo que soñamos de manera normal, pero fue un sueño hecho realidad para mí «, señaló emocionada Patricia.

Respecto al futuro, la madre señaló que ahora están deseosos de poder desempeñarse en sus nuevas carreras. «Estamos esperando nuestro nuevo viaje, comenzando este verano, y esperamos que las cosas estén mejor de lo que están ahora», concluyó.

 

 

 

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