Parecía una de las tantas historias trágicas que surgieron tras el paso del huracán Harvey en EEUU, por eso nadie se atrevió a cuestionar el relato de Rashun Richardson en Hillcrest High School en Dallas.
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El “joven” dijo que era un desplazado y por eso no se le pidieron sus documentos, ya que según la ley federal no se le pueden exigir sus “papeles” a las personas que han sido evacuadas por un desastre natural.
Al poco tiempo comenzó a jugar en el equipo de básquetbol y se transformó en la figura y goleador. Incluso fue el jugador ofensivo del año del distrito, señala Dallas Morning News.
Sus compañeros dicen que parecía “un poco mayor”, pero varios asumieron que tal vez había estado preso algunos meses, por lo que no había cursado los estudios de manera continuada. Además, tampoco se extrañaron de que a veces lo vieran con una bebé en brazos, porque entendían que “esas cosas suceden”.
Sin embargo, todo lo que durante meses mostraba el “joven” era una gran mentira. Rashun Richardson no era Rashun Richardson, sino que Sidney Bouvier Gilstrap-Portley, no tenía 17 años, sino que 25 y tampoco era un estudiante de secundaria, ya que se había graduado en 2011.
El equipo Hillcrest High School estaba jugando un partido contra North Mesquite High School y fueron los entrenadores del equipo rival los que lo reconocieron en abril pasado.
El descubrimiento causó una conmoción total en la comunidad escolar, más cuando se supo que Gilstrap-Portley había estado saliendo con una menor de 14 años.
El sujeto fue detenido y liberado luego de pagar la fianza.