«Murder in Plain English». Así se llama el libro en donde el profesor de criminología Michael Arntfield revela todos los resultados de su investigación sobre cómo son los perfiles de diferentes asesinos, logrando determinar doce profesiones que ellos eligen para poder encontrar a sus víctimas.
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Según relató al IFL Science, el experto encontró un patrón en torno a los antisociales que cometieron delitos de este tipo durante los últimos 50 años, indicando que para poder facilitar «su deseo de matar», eligen diferentes ocupaciones.
En ese sentido, determinó que hay 12 profesiones que son las más escogidas, señalando que «es una combinación de movilidad, poder (ya sea estructural o real), y el hecho de que muchos trabajos también satisfacen simultáneamente las parafilias subyacentes, o las preocupaciones sexuales, que también alimentan los crímenes de los asesinos».
Sobre los trabajos que seleccionan, se expresa que son los que les permiten «acceso a personas que son más vulnerables y sirven como presas fáciles, incluidas las trabajadoras sexuales y los trabajadores por turnos».
Al respecto, dividió las profesiones en los siguientes ámbitos: : empleos calificados, empleos semi-calificados, trabajos no calificados y trabajos profesionales.
Estos son las labores:
Ocupaciones calificadas
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- Maquinista de tren / ensamblador de aeronaves
- Zapatero
- Tapicero de coche
Ocupaciones semicalificadas
- Trabajador forestal / jardinero
- Conductor de camión
- Jefe de almacén
Ocupaciones no calificadas
- Trabajador general
- Portero del hotel
- Empleado de la gasolinera
Profesiones profesionales y gubernamentales
- Policía / oficial de seguridad
- Personal militar
- Oficial religioso
