Si te aparece Paul Gonzales en Tinder, ni se te ocurra salir con él, ya que saltó a la fama mundial tras ser tildado como el «estafador glotón».
PUBLICIDAD
Según reveló el blog Eater Los Angeles, el hombre llevaba a sus citas a restaurantes de lujo y cuando pedían la cuenta inventaba una excusa indicando que volvía de inmediato. Y nunca lo hacía.
Recomendados
“¿Qué le pasó a Pinilla?”: Televidentes de PH se manifestaron impactados con imagen del exfutbolista
“Estas son las misiones que tenemos que ganar”: Paolo Meneguzzi se conmovió con la extensa caminata de madre...
“Qué decepción...”: Naya Fácil anduvo de paseo en Londres, pero no le gustó todo y realizó crítica al...
Eso cuenta por ejemplo Marjorie, que el 2016 salió con Paul, a quien calificó como «atento y cariñoso». La velada ocurrió de lo mejor, pero cuando iba a llegar el monto a pagar señaló que tenía una llamada telefónica, así que saldría a atenderla.
La mujer esperó durante minutos hasta que asumió que ella tendría que poner los 250 dólares que salió la cuenta. Esto porque el sujeto pedía siempre lo más selecto de las cartas: vinos carísimos, las carnes top o mariscos exclusivos.
Dos mujeres más relataron su velada con Paul. Una tuvo que pagar 130 dólares luego que él fuera a «buscar» su cargador de celular ya que su tía estaba enferma y necesitaba mantenerse ubicable en caso de cualquier inconveniente. Por su parte, con la otra víctima fue bastante simple en su explicación: solo dijo que necesitaba tomar un poco de aire.
Lo malo para Gonzales fue que el caso empezó a hacerse conocido en redes sociales y comenzaron a funarlo, por que lo por más que intentó ya no le resultaban sus citas en Tinder. Es más, un dueño de un restaurante lo reconoció cuando el hombre pidió una segunda chuleta en su plato, expulsándolo del lugar por estafador y contándole a la mujer que lo acompañaba quien diablos era el sujeto y no le cobró la cuenta.
Por último, las víctimas se unieron y presentaron una acción judicial en su contra, por lo que quizás en un tiempo más Paul podrá alimentarse libremente sin necesidad de mentir para no pagar la cuenta, ya que en la cárcel no le cobrarán por alimentarse.