Luego de varios meses de preparación, este lunes comenzó el juicio contra Nahir Galarza en Gualeguaychú en Argentina, la joven de 19 años que está acusada de asesinar de dos disparos a su novio Fernando Pastorizzo.
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A fines del año pasado, y mientras la policía realizaba la investigación, la joven se presentó ante la fiscalía y reconoció el ataque afirmando, además, que robó la pistola de su padre policía para dispararle.
Sin embargo, el 16 de enero Galarza dio otra versión de lo sucedido, aseguró que los disparos fueron accidentales y que había mentido porque “tuvo miedo que culparan a su padre”, indica TN.
Muy cerca las las 08.00 horas, la joven llegó esposada y escoltada por cuatro policías hasta el tribunal y minutos después estaba sentada en el “banquillo de los acusados”.
Galarza no quería mostrar mucho su rostro y lo tapaba constantemente con su pelo, mientras escuchaba tranquila algunas declaraciones de parte de los 80 testigos que se espera que sean parte en la causa.
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Según Clarín, la joven se quebró cuando se leyó su segunda declaración, en la que decía que todo fue un accidente e incluso una de las gendarmes tuvo que pasarle un pañuelo para que se secara las lágrimas.
Nahir se mostraba muy tranquila e incluso por varios momentos se podía ver una sonrisa en su rostro, el que cambió totalmente en el momento en el que la madre de Pastorizzo se subió al estrado.
Silvia Mantegazza relató cómo era la relación de su hijo con Galarza y manifestó que la joven “le pegaba y le gritaba a Fernando”.
En ese momento la acusada explotó, gritó al aire «¡que mentirosa!», y tras ello rompió en llanto.
Las audiencias continuarán como mínimo hasta el 21 de junio, pero se cree que se podrían extender debido a la cantidad de testigos.
