Pippa, una perrita de raza terrier molestó durante años a un cocodrilo que habitaba en los alrededores de la isla de Goat en Australia. Les ladraba, los perseguía y era bastante molesto con el reptil.
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Sin embargo, un día este se dio cuenta que superaba en tamaño al can y que su hocico era lo suficientemente gigantesco, por lo que decidió atacarlo. Y llegó aún más allá: se comió al animal según informa la prensa oceánica.
Lo curioso es que el dueño de la perrita minimizó lo ocurrido, admitiendo que creía que esto acontecería debido a que molestaba a los reptiles durante años. «Era algo que tenía una alta probabilidad de suceder en cualquier momento», indicó Kai Hansen.
El hombre aseguró sentirse «muy triste» por el fatal desenlace del animal, siendo además duramente criticado en redes sociales por permitir a Pippa actuar de esa manera ante un cocodrilo.
«Un pequeño terrier no debería hacer cosas así. ¿Pero debí haberla detenido? No sé, se salió con la suya durante 10 años», remató el sujeto.
El registro fue subido a Facebook por el medio ABC Darwin, siendo reproducido más de 500 mil veces. Eso sí, advertimos que el contenido puede ser demasiado gráfico.