Tienen sitios web, foros y grupos en Facebook. Incluso tienen su propio signo, el cual es el masculino con la flecha dentro del círculo. Pero todavía no logran tanta masividad, aunque la cifra va aumentando día a día si se consideran las redes sociales. Además, no es algo netamente de hombres, sino que también las mujeres son partícipes de aquello.
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¿De qué hablamos? De los «solosexuales», las personas que solamente tienen sexo consigo mismas por decisión propia, escapando de todo lo que sea relaciones íntimas con parejas.
Según informa El País, «dentro de este colectivo caben todas las orientaciones sexuales: homosexuales, heteros o bisexuales, siempre y cuando se observe la máxima de que dos son, aquí, multitud». Además, recalcan que «también hay mujeres, solo que son más silenciosas y no están organizadas».
Ahora, por qué alguien decidirá tener sexo solamente consigo mismo. Para la sicóloga Ana Sierra, «en la sexualidad nada es anormal, el problema es cuando algo se hace exclusivo y anula a todo lo demás, cuando se buscan siempre los mismos estímulos. En el caso de los solosexuales, en los que se han suprimido las relaciones con otros, puede que exista en el fondo una causa que evite el contacto».
En ese sentido, indica que «puede ser una mala experiencia o frustración de una relación anterior, el miedo al compromiso, al fracaso o a no estar a la altura e, incluso, el temor al contagio, a contraer enfermedades venéreas. Es, en cierta manera, una vuelta a la etapa más infantil del sexo y cuando leo que muchos solosexuales se masturban en grupo, me recuerda a las practicas adolescentes, en las que los chicos hacen quedadas masturbatorias, que tienen también su lado didáctico, de aprendizaje».
Jason compartió su pensamiento en el portal The Bator Blog, relatando por qué prefiere esto: «No tengo intención de compartir el sexo con otros y la intensidad que esto me produce es suficiente para poner mis practicas en el puesto número uno de mis preferencias sexuales».
«El acto de masturbarme, lleva implícito muchos otros como bailar frente al espejo, fumar, beber mi adorado Jack Daniels, ver porno o jugar con una serie de cosas o ideas que yo he recopilado durante toda la semana. Lo que ocurre es que llego a un estado trascendental en el que mi cuerpo se identifica con mi pene y mi cerebro es solo sexo», profundiza.
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Daniele, una francesa de 27 años que vive en Madrid y que confiesa ser virgen, también es parte de esta tendencia afirmando que conoció el colectivo hace poco.
«Nunca me calificaría a mi misma como solosexual, aunque es verdad que nunca he mantenido relaciones con otros, ni hombres ni mujeres. Es probable que cualquier psicólogo encontrase una justificación para esto. En mi caso nunca me he sentido cómoda intimando con nadie y uno de mis grandes problemas es cuando conozco a un chico y llega el momento sexual», asevera.
«Cuando se supone que hay que pasar a mayores y a mi no me apetece, lo que casi siempre acaba con la relación. Que no me guste tener sexo con nadie no significa que no quiera vivir o compartir otros aspectos de mi vida con otra persona, pero en estos casos parece que el sexo es una cláusula innegociable», expresó.
Eso sí, no descarta intimar con parejas en el futuro. «Ahora funciono así, quién sabe si dentro de unos años empiezo a tener relaciones con hombres o mujeres. Trato de no obsesionarme y últimamente me ronda la idea de que tal vez debería obligarme a mi misma a probar otras cosas», agrega.
Por último, la sicóloga Ana Sierra llamó a estar alerta a quienes son solosexuales, ya que pueden caer en excesos, como por ejemplo una adicción, manifestando que «es más fácil que una practica llegue a ser obsesiva cuando no depende de nadie y cuando se tiene a mano».