A tanto llegaba el acoso de Matthew Kerley sobre sus padres, que les causó a ambos un cuadro de ansiedad y estrés, ya que el joven de 24 años les pedía constantemente dinero para financiar su adicción a las drogas, indica Mirror.
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En una ocasión, Matthew les «rogó» que le dieran dinero para comprar una máquina de afeitar, ya que les aseguró que la suya se había roto y que tenía que llegar presentable a una entrevista de trabajo.
Ante los motivos de la petición, ambos accedieron, pero a las pocas horas llegó a la casa muerto de la risa y con una tupida barba.
A tanto llegaba el acoso que la pareja recurrió a la justicia, la que sentenció a Matthew 32 semanas de cárcel y emitió una orden de restricción de 5 años.
Los hechos ocurrieron el año pasado, sin embargo al salir de la prisión el joven volvió a acosar a sus padres, por lo que nuevamente se vio en el banquillo de los acusados.
En el tribunal de Southampton, el abogado de la pareja contó que el mes pasado el joven llamó al menos 30 veces a sus padres durante la noche y que recibieron una serie de mensajes criticando su actitud.
Por su parte, la abogada del joven dijo que reconocía los hechos, y que sabía que el acoso “debía detenerse”. Además señaló que Matthew estaba más tranquilo porque tenía un lugar donde quedarse luego de conseguir una habitación donde un amigo.
El tribunal, eso sí, no dejó pasar la violación de la orden de restricción por parte del joven y lo sentenció a 12 meses de servicio comunitario.