Elizabeth Isherwood y su esposo acostumbraban a ir a Plas Talgarth, un resort de lujo ubicado en Gales, en donde ambos tenían una membresía. Sin embargo, el matrimonio se terminó y decidieron poner fin al contrato que tenían en el lugar.
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Ante esto, la mujer fue a dar el aviso al recinto y cómo llevaban años yendo al complejo, desde la administración le regalaron un fin de semana de lujo para dos, como agradecimiento.
Lamentablemente, ninguno de sus familiares o amigos pudo acompañarla, por lo que decidió ir sola a aprovechar sus últimos días en el resort. Sin embargo, nunca imaginó que también serían sus últimas horas de vida.
Según informa el Daily Mail, apenas llegó al inmueble donde se quedaría ingresó al armario de ventilación, lugar que es común en Reino Unido y en donde se deja la ropa tras ser lavada, ya que cuenta con calefacción.
Pero la puerta se cerró y la mujer nunca logró salir de allí. Gritó, golpeó las puertas, rompió parte de las paredes, pero allí quedó. Luchó por 10 días hasta que finalmente falleció.
«No había llegado ni a desempacar, la policía encontró toda su maleta sin deshacer», sostuvo uno de los hijos de Elizabeth. Y es que nunca pensaron el horrible final que vivió su madre.
Esto porque dentro de su lucha rompió una cañería, lo cual hizo que el agua se comenzará a filtrar por el armario y la calefacción dejara de funcionar, por lo que su muerte fue por hipotermia.