Desde el 2012 que James Mukangi era un conocido vendedor de carne, el cual suministraba a diferentes restaurantes e incluso a un hotel de la ciudad de Nakuru en Kenia.
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Sin embargo, un grupo de vecinos descubrió de donde provenía la carne que comercializaba el sujeto, quedando horrorizados: despellejaba y faenaba gatos.
De acuerdo a los reportes policiales, el hombre asesinó a más de mil 100 felinos, los cuales luego vendía como carne para alimentar humanos sumando hasta la fecha una ganancia superior a los 5 mil dólares.
«Fue difícil cuando comencé el negocio, pero mi clientela creció. Siempre hay una gran demanda de carne de gato», señaló el detenido quien asegura que todos sabían de donde provenía la carne que vendía.
Según publica The Star, los habitantes de Nakuru están divididos ante el arresto del hombre. Mientras el veterinario Githui Kaba alertó a la población que la carne de gato no es adecuada para el consumo humano, otros vecinos defendieron el actuar de Mukangi indicando que «solo hace lo que puede para sobrevivir».
