El teniente general Hyon Ju-song cometió un crimen imperdonable para el líder norcoreano Kim Jong-un y debió pagar con su vida. Esto es lo que ocurrió en la Academia Militar Kang Kon, en donde el hombre recibió 90 impactos de bala.
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Según informa el Daily Mail, desde Pyongyang se había emitido la orden de ahorrar al máximo el consumo de combustible y alimentos en los distintos regimientos del país, para de esta manera sumar recursos que pudieran utilizarse en el programa nuclear de la nación asiática.
Sin embargo, ante el fin de los ensayos nucleares y de las pruebas de misiles, el general decidió que ya era momento de frenar esta disminución de las raciones y decidió que sus hombres tenían que alimentarse de mejor forma, ya que estaban pasando hambre tanto ellos como sus familiares.
«Mientras revisaba los suministros de petróleo para la Estación de Lanzamiento de Satélites Sohae durante las inspecciones exhaustivas de suministros de guerra el 10 de abril, Hyon declaró:» Ya no tenemos que sufrir y apretar nuestros cinturones para fabricar cohetes o armas nucleares «, señaló el portal en línea NK Daily.
De esta manera, el militar «dio instrucciones de enviar 1 tonelada de combustible, 580 kg de arroz y 750 kg de maíz a los oficiales militares en la Estación de Lanzamiento y sus familias».
El problema es que no pidió permiso al líder supremo, por lo que «esto fue visto como un abuso de autoridad y una declaración traicionera que se oponía a la política de primer partido del ejército».
Según una fuente en la capital norcoreana, cuando Kim se enteró de lo acontecido, pidió diversos informes recibiendo cuatro documentos en donde todos coincidían en que Hyon tomó dichas decisiones sin consultar a nadie.
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«El envenenamiento ideológico que es la idolatría personal está corrompiendo al jefe de personal en el Ejército Popular. Debemos cortar el brote de envenenamiento ideológico», habría sido la respuesta del mariscal, por lo que ordenó su fusilamiento.
Así que el pelotón de la muerte se hizo presente en la Academia, y los nueves encargados dispararon sin piedad contra el general, el cual perdió la vida de forma instantánea.