“Esos flaites de las viviendas sociales me enseñaron mucho”: joven responde a “clasista” protesta de vecinos de Las Condes

Polémica ha generado la protesta que vecinos del sector de la rotonda Atenas realizaron la noche del domingo, en respuesta a la decisión del alcalde Joaquín Lavín de instalar un proyecto de viviendas sociales.

Las redes sociales han sido las encargadas de condenar y cuestionar la falta de empatía de los vecinos, que entre otras cosas piden una elección comunal para decidir si la iniciativa debe continuar o no.

El propio alcalde Lavín ha estado atento al tema y en uno de sus posteos calificó con un simple «mal» la convocatoria de los vecinos de la rotonda Atenas al «caceroleo» nocturno y con globos negros en protesta.

Quien también entró en la discusión fue el periodista Fernando Tapia, quien utilizó su cuenta en la red social del pajarito para darle todo su apoyo a Lavín en lo que está intentando hacer en Las Condes. «Vivo a pocas cuadras donde la Municipalidad de Las Condes proyecta la construcción de viviendas sociales. Utilizo los mismos servicios que quienes se oponen dicen que están colapsados. No creo que sea tan así. En esta iniciativa todo mi apoyo al alcalde @LavinJoaquin«, escribió.

El hilo que responde al clasismo

Sin embargo un hilo compartido por la usuaria de Twitter @NicoChiessa también está llamando la atención de las redes sociales, al detallar como desde su punto de vista «clasismo, prejuicio, estigmatización, exclusión y más, todo eso con la protesta y cacerolazo en la Rotonda Atenas, los «vecinos» de Las Condes, no quieren que lleguen «pobladores» a viviendas sociales.

La joven detalla su experiencia viviendo al lado de una población de viviendas sociales en Quilpué, por ocho años de su vida y cuántas cosas positivas aprendió de las personas que son estigmatizadas y tratadas como «flaites».

La joven detalla que «toda esa gente que vivía en esos block sociales, y quienes subían de los otros sectores, eran los que la gente llama «Flaite». Estudiantes de liceo, si es que estudiaban. Mucho copete en la cuneta, mucho pito, mucha cumbia y rap (agradezco eso, ese vacile lo agradezco <3)», detalla.

«Al tiempo, yo era amiga de todos los «flaites». Si a mi casa no se metieron nunca a robar fue por tres cosas: Eran mis amigos los que robaban, no eran domésticos, y estaba mi perro. Llegábamos con mi vieja en el auto tarde y no nos cobraban peaje «porque es la vieja de la nico», cuenta.

En sus hilo se puede leer la dificultad de la vida y la falta de expectativas de muchos de los que fueron sus amigos y también de cómo ella era considerada cuica «aunque nunca hemos sido de plata».

«Yo me hice amiga de todos ellos, y ahí, en la calle (literal), aprendí algo que no se me olvidó jamás, eso que llaman «códigos». Ellos jamás robaron en mi casa. Ellos jamás me faltaron el respeto, ellos jamás dejaron de protegerme».

Tras su relato y cómo fue su vida, la joven cuenta además el cambio que sufrió cuando llegó a una universidad privada, y cómo fue la «gente de bien» la que la hizo atravesar por varios problemas. «Donde me metieron algo en el copete, me dijeron perna por no fumar pito, donde me manosearon sin mi consentimiento, donde me metieron marihuana en un cigarro sin que me diera cuenta, donde me animaban a seguir tomando hasta que me curara, fue en la U, fueron los «niñitos bien».

«El vivir en una vivienda social no te hace una mierda de ser humano. La gente le tiene miedo a la pobreza, la gente le tiene miedo a ser menos y no quiere mezclarse con los «Flaites», cuando ellos son «flaites» para quien está más arriba. Es ese miedo a perder status», escribió la joven.

«Les molesta q alguien llegue donde ellos están. Les molesta que un par de cuadras más allá, viva la nana que les hace aseo en la casa, o el jardinero que les arregla el patio. Le tienen tirria a la pobreza, le tienen tirria a quien les recuerde que existe la gente pobre», escribió.