Beth Bamford estaba durmiendo con su novio cuando comenzó a sentir algunos dolores en el abdomen y decidió bajar al primer piso para tomar un vaso de agua. La joven de 21 años dijo que estos empeoraron y que pensó que tenía que ir al baño.
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Cuando estaba sentada en el inodoro quedó en shock cuando se dio cuenta de que estaba dando a luz a gemelos.
“Realmente no sentí nada mientras sucedía”, reconoce la joven, que aún no entiende cómo “en un momento me dolía y a los segundos tenía dos bebés nuevos”.
Mientras estaba dando a luz, Beth llamó a los servicios de urgencia y reconoció que estaba aterrorizada cuando Freya no respiraba luego de que había nacido con los pies por delante, indica The Sun.
Afortunadamente, el operador la guió de excelente forma y logró que la pequeña tomara aire y comenzara a llorar.
Beth señala que ella creía que estaba enferma y que había ido en varias ocasiones al médico, pero que ni siquiera este se había percatado de su estado de gravidez. Además, ella nunca lo pensó, ya que recalcó que no sintió nada, que «el período seguía llegándole” con regularidad y que no había subido de peso.
Tras el parto, y luego de varios minutos de gritos desesperados, por fin su novio despertó y llegó hasta el baño de la planta baja y ahí se encontró con la sorpresa.
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Cuando llegaron los paramédicos comenzaron con las preguntas de rutina. Beth dice que no le creían y les insistía que no sabía nada, e incluso asegura que su novio pensó que se lo había ocultado.
Una vez en el hospital, los doctores le dijeron que creían que tenía cerca de 37 semanas cuando dio a luz y que si se hubiera controlado regularmente, lo más seguro es que se le hubiera practicado una cesárea.
“Me siento afortunada porque podría haber sido mucho peor”, dijo Beth tras volver a casa, donde los pequeños se encontraron con Elsa-Mae y Alivia, sus otras hermanas.
