El la prueba de por qué no debes dejar que tus hijos pasen demasiado tiempo jugando videojuegos
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Hace más de una semana los padres de John Nathan Lising, un niño de seis años de Filipinas, viera con temor como el rostro de su pequeño comenzaba a temblar incontrolablemente.
Los ojos del niño no paraban de parpadear y sus labios se movían sin parar, lo que los forzó a llevarlo hasta un recinto hospitalario.
En el lugar los temblores no se detuvieron y los especialistas decidieron someterlo a una serie de exámenes cerebrales para determinar los extraños tic.
Tras confirmar que no había problemas en su cerebro, la familia explicó a los médicos que todo había comenzado luego que el niño pasara largas horas jugando conectado con su consola y su celular.
“Mi hijo siempre fue saludable”
El increíble caso médico no pudo ser resuelto en la urgencia y la familia debió trasladar al mili al Hospital de la Inmaculada Concepción, donde los resultados no fueron tan alentadores.
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“Mi hijo siempre ha sido saludable. Nunca ha tenido problemas antes. esto comenzó el 23 de julio y no se detuvo. Estoy seguro que es por el uso excesivo de aparatos tecnológicos”, comentó el padre.
Según reproduce el diario inglés The Sun, los doctores revelaron que si bien el niño parecía estar perfectamente sano, le prohibieron usar su teléfono, tablet y mirar televisión para observar los resultados.
Según los especialistas, los síntomas eran similares a los de una convulsión focal, pero no pudieron diagnosticar la condición, ya que dijeron que no había pruebas suficientes de lo que podría haber causado el ataque.