Pam Plummer nunca se imaginó que una pequeña salida de su hogar para hacer trámites terminaría en una verdadera tragedia familiar.
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La mujer dejó su casa sólo por una hora y cuando volvió encontró a su querida mascota muerta.
Héctor, su perro de cuatro años, subió al segundo piso de la vivienda, a pesar de que Pam había dejado la puerta de la escalera cerrada, señala Nottingham Post.
La mascota encontró una bolsa plástica de las que se usa para llevar al almuerzo al trabajo, metió la cabeza en su interior y no pudo sacarla, por lo que terminó muriendo por asfixia.
“Fue una muerte horrible. Estamos con el corazón roto, siento que he envejecido 200 años”, apuntó.
Pam, dice que hay que sacar “lecciones de esto” y por eso está pidiendo que los fabricantes pongan advertencias y además contó su historia para que no le suceda a otras personas.
“Era el mejor amigo de mi padre, estaba completamente conmocionado”, dijo Michael, el hijo de Peter y Pam, que indicó que su padre estaba demasiado afectado para hablar.