El sacerdote italiano Paolo Glaentzer (70) fue detenido en Italia tras ser acusado de intentar abusar a una menor de 11 años, con la cual se encontraba a solas al interior de un vehículo en una zona apartada del pueblo de Bagni di Lucca.
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El religioso se refirió al hecho con el diario Corriere Fiorentino, mientras cumple arresto domiciliario, en donde aseguró que «hay simpatía mutua con la niña, cuando me enteré de que tenía 11 años (…) yo creí que tenía al menos 15».
«La chica se levantó la camiseta por su voluntad, yo no le dije que lo hiciera, puede ser que en su casa reciba poco amor de sus padres», apuntó.
«He cometido un error, lo admito, Nuestro Señor lo considerará, Él es capaz de hacerlo», afirmó. Además admitió que «fue una estupidez por mi parte» y que «siento mucho lo que sucedió».
Glaentzer culpó de igual manera al demonio por lo acontecido, asegurando que «el diablo me hizo tropezar».
Tras lo ocurrido, señaló que recibió una misiva del cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia. «Me prohibió celebrar misa, me dieron una carta diciendo que no puedo celebrar la misa», expresó.
Por último, el sacerdote indicó que lo ocurrido con la menor fue «un intercambio de afecto», asegurando que algo similar «nunca sucedió con otras chicas». «Sí, sí, lo siento mucho por lo que sucedió», remató declarándose arrepentido.
