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Los detalles de la historia del enfermero que salvó a bebé en Rancagua en la voz de sus protagonistas

Tanto el joven, como la madre de la pequeña, relatan los difíciles momentos en que ocurrió el lamentable accidente y la sorpresa posterior tras la viralización de la historia. “Realmente ha sido impresionante”, asegura Felipe. Por su parte, Pamela vive la tranquilidad de saber que su hija se encuentra bien tras la caída.

«Mi hija gracias a Dios está bien, ese mismo día le realizamos un scanner para descartar cualquier secuela y posterior a eso debía estar 48 en observación porque podría haber presentado algún síntoma. Felizmente no hubo síntoma y ella está tan feliz y alegre como de costumbre».

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Con estas palabras Pamela Jeldres manifiesta a Publimetro su tranquilidad tras la pesadilla que vivió el viernes en la tarde en Rancagua luego de sufrir una accidental caída en plena vía pública, en momentos que cargaba a su pequeña hija Isidora en el porta bebés.

Todo esto luego de una terrible jornada, que derivó posteriormente en la viralización de una potente historia que llamó la atención a miles de personas. Esto luego que la mujer decidiera agradecer públicamente a un joven enfermero por auxiliarla en esos duros minutos, mensaje que rápidamente se propagó por las redes sociales y que todavía tiene impresionado a Felipe Navarro, el hombre de 23 años que no dudó en ayudar a la lactante, a su madre y a su pareja Nicolás.

Una inesperada caída

«El hecho ocurrió cruzando el semáforo en la intersección Avenida San Martin con calle Cuevas. Yo me dirigía al emporio el Rosario y ahí espero que el semáforo de verde para peatón y al cruzar caí. Mi hija iba conmigo en el porta bebés». Así comienza el relato Pamela tras ese inesperada y terrible minuto en que tropezó en plena vía pública.

«La gente de inmediato dimensionó la gravedad de mi caída y se acercaron a ayudar. Unos 15 segundos después mi hija comienza a vomitar y luego se ahogó con el vómito. Ahí vino lo peor, mi pareja Nicolás la toma y la coloca en su rodilla golpeando su espalda, pero la niña no está respondiendo».

«Yo ahí comencé a gritar porque estaba viendo a mi hija morir. Unos caballeros le pedían a Nicolás a la niña para hacer ellos la maniobra. Pero él como papá luchó hasta el final por su hijo hasta que vomita fuerte y lanza un fuerte llanto».

«Nuestro auto estaba estacionado afuera (…) Un caballero detuvo el tránsito para que Nicolás pueda retroceder y subirme yo con mi hija e hijo al auto y llevarla a urgencias. Eran como las 19:20 horas, estaba llena la calle San Martin y Nicolás tocaba la bocina para que los autos abrieran y dar paso a nosotros, pero nadie reaccionaba. Ahí a la altura de un paradero yo bajo la ventana y le pido a la gente que avisen que es urgente por una bebé que está mal. Fue ahí en ese momento que aparece un joven gritando ‘¿qué pasó? Él iba con dos cajas de pizzas en sus manos. Corrió, tiró las pizzas en el asiento del copiloto y se subió atrás conmigo».

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«Pese a la estrechez de las sillas de los niños, lo cual no le importó y dijo que fuéramos a la Clínica Integral. Nosotros le dijimos que no, porque ahí no hay urgencia pediátrica. Él insistió en que si, que era el lugar más cercano. Mientras, abrió su bolso y sacó todos sus instrumentos médicos y examinaba a Isidora».

A la búsqueda de su polola

En eso estaba en esos momentos Felipe, cuando de repente se encontró con el drama que afectaba a la familia.

«Eran cerca de las 19.00 horas, me dirigía a la casa de una amiga de mi polola donde ella me estaba esperando, así que caminé esperando encontrar locomoción a esa hora, y durante la espera, un auto tocaba la bocina y Nicolás asoma la cabeza y grita que por favor abran pasó que tienen una urgencia», señaló a Publimetro.

«Al oír eso por mi mente pasaron mil cosas, creí que algo les pasó en su casa, pero sobre la misma escucho a Pamela gritar que a su guagua le había pasado algo, por lo que tomé la decisión de acercarme al vehículo y preguntar que les había sucedido y si podía ayudar en algo, Pamela me pregunta si soy enfermero a lo que respondo de forma afirmativa y me subo al auto».

«En ese instante me cuenta que se cayó con la pequeña en el porta bebé en la calle de San Martín y que había perdido un el conocimiento y vomitó mucho, por lo empecé a revisar como estaba su cabecita y sus ojos, les digo que vaya a la ex Clínica Integral que era la más cercana, le pedí la bebé a Pamela y me bajé junto con Nicolás del móvil hacia urgencias, en donde me encuentro con el enfermero Cristian Urra, quién me pregunta que sucedió y nos manda directamente al Box de Reanimación, llama al equipo de Urgencias y atienden a Isidora».

«En ese momento yo sobraba en acciones a realizar con la lactante, por lo que enfoqué mis cuidados en la madre y el pequeño que se encontraban al interior del box en ese momento, pues ante un evento de esta envergadura la familia también se ve afectada y necesita ser contenida, sobretodo la madre quien me imaginé que se sentía culpable de lo sucedido».

Todo eso es reafirmado por la madre. «En ese momento, él nos contenía a mi hijo de 6 años que estaba muy afectado por todo lo sucedido y hasta agua nos ofreció».

La viralización de la historia

Este hecho pudo haber quedado en reserva por la familia, pero no. Pamela quiso hacer público lo ocurrido para agradecerle públicamente al joven por la ayuda brindada, sin imaginar que más de 30 mil personas compartirían su publicación de Facebook.

«Quise hacer pública la historia para agradecerle a él. Porque jamás pensé que alguien pusiese actuar de esa forma. Jamás pensé eso sí que algo pudiera viralizarse a éste nivel. Yo sólo quería agradecer todo el profesionalismo con el que él actuó».

Es más, cuenta una llamativa anécdota que sirve para demostrar que la conexión entre el joven y la pareja iba a ocurrir en diversos niveles.

«Al día siguiente me llama mi papá que iba al trabajo y me dice ‘hija, el mundo es muy chico’. ¿Por qué?, le digo yo.  Y resulta que a su lado en el bus iba sentado el papá del enfermero. Mi papá le cuenta el accidente que sufrió la noche anterior su hija y nieta y éste caballero le dice pero si mi hijo la ayudó. Y ahí supimos su nombre, y supimos que está recién titulado y que trabaja a llamados de las ambulancias. Ahí entendí porque andaba con tantos utensilios médicos».

En tanto, el joven enfermero sigue sorprendido por los alcances del relato que se convirtió en viral. «Realmente ha sido impresionante, no creí nunca que ocurriría algo así en mi vida y mucho menos por ayudar a alguien, pues es algo que mis padres me han inculcado de pequeño y se me hace normal el hacerlo».

Eso sí, aclara que «el verdadero héroe acá fue Nicolás, el papá, que pudo reaccionar ante la caída de Pamela con la pequeña. Él pudo hacer maniobra de despeje de la vía aérea, junto con los transeúntes que no se cruzaron de brazos ante lo que sucedió y al equipo del servicio de Urgencias de la Clínica Red Salud Rancagua que realizaron una atención digna a la pequeña, empatizando con la situación de la madre».

Por último, tanto Pamela como Felipe esperan que este hecho sirva como un mensaje positivo para la población. Este último le pide a la gente que «ante una situación como esta no se hagan los sordos ni ciegos. ¡Intervengan! Ya sea conteniendo a la persona, defendiéndola, prestándole auxilio, porque uno nunca sabe a quién esta ayudando ni cuando uno vaya a necesitar ayuda o algún ser cercano a nosotros.

Mientras que la mujer indicó que «además de todo el agradecimiento que siento por él, deseo que esto sirva para que las instituciones entiendan que pedir años de experiencia a los recién titulados para ser contratados, es algo, a mi parecer, innecesario. Quién estudia por vocación no necesita tanta experiencia, sólo necesita el amor y pasión por su profesión, como lo hizo Felipe Navarro. Quizás una persona de 10 o 20 años de servicio no hubiese actuado como Felipe lo hizo».

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