Este amor nació hace casi 20 años, 18 para ser exactos, en la costa Kapiti de Nueva Zelanda.
Un matrimonio lleno de amor y conformado por dos especies del mundo animal: un ganso y un cisne.
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Amor plumífero
Los enamorados se conocieron en la década de 1980 cuando el pequeño ganso Henry necesitaba potección. Por clásicas convenciones machistas, los guardias creyeron que era hembra, y necesitaba protección. Así es como Thomas voló a su vida, cuidando del pequeño. Los guardia quedaron conmmovidos por esta relación, que después descubrieron era homosexual.
Traición
En las relaciones hay altos y bjos, y el punto más bajo de esta pareja fue cuando uno de los dos decisió ser infiel: Thomas engañó a Henry, con una gallina.
Naturalmente Thomas no estaba muy conteno con eta situación, y más temprano que tarde puso las cosas en la balanza. O perdía para siempre a su ganso o se abría a nuevas relaciones.
Así es como comezó una especie de amor polígamo.
Viudez
El que primero abandonó este mundo fue el cisne Henry, en 2009, dejando viudo a su compañero Thomas.
Como el tiempo no pasa en vano, se le vinieron los años encima al plumífero y falleció el pasado 06 de junio con casi 40 años.
Finalmente el destino los juntó más allá de la muerte, ya que se tomó la decisión de enterrarlos uno al lado del otro.
Tanto cariño sería inmortalizado gracias a la iniciativa vecinal de construir una estatua de bronce de tamaño natural en la laguna Waimanu, que los vio amarse.