En estos momentos estamos en invierno, entonces es algo normal sentir el frío de agosto y dormir abrigados, ya sea tapándonos con frazadas y plumones, o bien, acostarse con pijamas más abrigados o incluso, hasta con gorrito.
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Sin embargo, hay personas que hasta en verano y con más de 30 grados de calor, no pueden cerrar los ojos hasta estar prácticamente zambullidos en las sábanas y que ni siquiera la punta de la nariz se les vea.
Pero, ¿esto será algo normal o será de gente loca? Los friolentos se defienden justamente con ese punto: que sienten frío. Por su parte, los acalorados se burlan de estas personas, por su exageración con estar tapados.
Uno de los que están en el primer grupo escribió en su cuenta de Twitter que siempre duerme con manta, iniciando todo un debate en redes sociales, siendo consignado por El País.
Por muchísimo calor que haga, mantengamos las prioridades claras: se duerme con manta y se ducha con agua caliente. Esto es así y es algo que no voy a permitir que me quiten.
— Ibai (@IbaiLlanos) August 6, 2018
Logró más de 4 mil retuiteos y 250 comentarios, por lo que de inmediato salta la duda: ¿está bien sentir ese frío incluso en verano?
La respuesta
La conclusión alegrará a los friolentos: no están locos, sino que es absolutamente normal que duerman tapados. «Cuando nos vamos a dormir, nuestra temperatura cae unas décimas de grado. Esto hace que tengamos una sensación de frescor en la primera fase del sueño», detalló el miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Sueño y responsable de la unidad del sueño del Hospital de Lieja en Bélgica, el doctor Francisco Javier Puertas.
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«Aunque haga mucho calor en el ambiente, sentimos esa sensación de frescor y la necesidad de taparnos», agregó el especialista, indicando que todo se debe a la temperatura corporal que tenga cada uno y no a la temperatura ambiente que exista en el lugar.
Incluso, esta caída de la temperatura es visible en nuestro cuerpo mientras dormimos. «Si te fijas, verás que cuando alguien se está durmiendo se le ponen las orejas rojas. Se contraen los capilares por la pérdida de temperatura. Eliminamos parte de nuestra temperatura pasándola al ambiente», explica Puertas.
Por lo mismo, se da la situación que mientras más abrigados estemos, más fácil es poder cerrar los ojos. «La sensación de estar menos expuestos a ese frescor inicial favorece el sueño», añade.
Ahora, ¿por qué algunos duermen tapados y otros desnudos?
Una pareja que comparte la misma cama puede vivir dos experiencias totalmente diferentes: por un lado, alguien está sumamente abrigado. Por el otro, alguien duerme desnudo o solo con ropa interior.
Pero, ¿por qué pasa esto? «Depende de nuestro metabolismo, entre otros muchos factores. El exceso de peso, por ejemplo, dificulta la regulación de la temperatura corporal», sostiene el experto.
En ese punto, asegura que las mujeres son más propensas a sentir frío y dormir abrigadas hasta en verano. Eso sí, igual hay hombres que necesitan estar tapados completamente para conciliar el sueño.
El problema, es que no se sabe a ciencia cierta cómo poder controlar las temperaturas corporales y así exista una mayor uniformidad al respecto. Al respecto, Puertas concluye que pese a que se han hecho estudios, no existe «un conocimiento perfecto» sobre los motivos de esta diferenciación.