La profesora del Centro Hospitalario Universitario de Toulouse en Francia, Yolande Esquirol, dio a conocer un llamativo estudio que asegura que la prueba que podría indicar si uno tendrá una muerte prematura se encuentra en prácticamente todos los rostros.
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Según publica Medical Xpress, el informe reveló que existiría un vínculo entre la cantidad de arrugas que tendría una persona en la frente con la posibilidad de morir a causa de enfermedades cardiovasculares.
El estudio se inició hace 20 años atrás, siendo parte un grupo de 3.200 personas, los cuales todos estaban sanos y tenían las siguientes edades: 32, 42, 52 y 62 años.
A todos ellos se les analizó la cantidad de arrugas horizontales que tenían en sus frentes, dándoles una puntuación entre 0 y 3, considerando la cantidad que tenían.
Tras pasar las dos décadas, se confirmó que 233 de los participantes fallecieron producto de diferentes causas, siendo los escogidos entre el dos y el tres quienes tenían mayor cantidad de muertes: un 15,3%.
Los que estaban en el grupo uno tenían en tanto una cifra de 6,6% de fallecidos y los del cero un 2,1%. El último es quienes no tenían ninguna arruga en sus frentes.
De esta forma, Esquirol determinó que quienes estaban en los niveles 2 y 3 tenían 10 veces más chances de morir producto de una enfermedad cardiovascular que los del grupo cero, a diferencia de los del grupo 1 que tenían apenas una leve posibilidad mayor.
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«Cuanto más alta es la ‘puntuación de las arrugas’, más alto es el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares», explicó la autora ante el congreso anual de la Sociedad Cardiológica Europea en Munich.
«Por supuesto, si (un médico) trabaja con una persona con un riesgo cardiovascular potencial, debe analizar los factores de riesgo clásicos como la presión arterial y los niveles de lípidos y glucosa en la sangre. Aunque ya se pueden compartir algunas recomendaciones sobre factores de estilo de vida (al ver las arrugas», manifestó.
Por lo mismo, la académico recomendó a las personas llevar una dieta sana y equilibrada, además de hacer ejercicios, como una fórmula para prevenir una muerte prematura.