Los padres de Vanessa Cons regresaron de la iglesia el pasado domingo para encontrarse con una macabra escena que los marcará por el resto de sus vidas en su casa en el estado de Washington.
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Su hija estaba muerta, decapitada y con “múltiples heridas de arma blanca en la cabeza y la espalda” en uno de los dormitorios de la vivienda, señala The Seattle Times.
La policía logró detener el mismo día a Timothy Hernández, el novio de la joven con la que además tenía una niña de tres años.
El sujeto citó dos versículos bíblicos cuando le entregó a los uniformados los detalles del asesinato y les manifestó que “Dios le dijo que matara a su novia esa mañana porque ella no se arrepintió”.
Los documentos de la policía indican que “cada uno de los versículos citados tenían pasajes que hablaban de mujeres que no seguían la palabra de Dios” y Hernández le habría ofrecido a su novia la “opción de arrepentirse”, pero como ella se negó la mató, apunta New York Post.
Hernández le ordenó a la pequeña de tres años que se despidiera de su madre antes de atacarla con un cuchillo y la menor le señaló que “no sabía por qué su mamá tenía los ojos cerrados y sangre en la cara”.
Por último, la investigación asegura que el hombre dijo que “Dios trabajaba de formas misteriosas” y que él tenía que “creer y no cuestionar su voluntad”.
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Hernández fue acusado de homicidio en primer grado, se encuentra detenido y la justicia fijó una fianza de un millón de dólares.
La familia de Vanessa inició una campaña en GoFundMe para pagar los gastos funerarios y pretenden recolectar 10 mil dólares. Hasta el momento, la cadena de solidaridad suma más de US$ 5.400 recaudados.