Durante mediados del siglo XX, en una escuela de pre-vuelo de la Marina estadounidense, se creó una revolucionaria técnica para lograr conciliar el sueño.
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El célebre método promete hacerte dormir en un lapso de dos minutos, acabando con la histórica costumbre de dar vueltas en la cama hasta caer en los brazos de Morfeo.
La técnica en cuestión fue publicada originalmente en 1981, en el libro “Relax and Win: Championship Performance” y según se puede leer a lo largo de sus páginas, la tasa de éxito de es del 96 por ciento luego de unas semanas practicándolo.
Cómo lograrlo
Se trata de una mezcla entre músculos, respiración y mente.
En primer lugar, debes relajar y distender todos los músculos de la cara. Esto incluye la lengua, mandíbula y los músculos alrededor de los ojos.
Después de relajar el rostro, deberás relajar tu cuerpo. Para eso baja los más posible tus hombros para así perder la tensión en los brazos y antebrazos.
En tercer lugar viene la respiración. Respirar y exhalar, relajar el pecho y las piernas, comenzando por los muslos hasta llegar a las pantorrillas.
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El último y más importante paso consiste en limpiar la mente, esto debería ser unos diez segundos luego de relajar todo el cuerpo.
Según el texto, existen tres alternativas para lograrlo, pues sabemos que es complicado relajarse luego de un estresante día: imaginarse acostado en una canoa viendo el cielo azul y el mar en calma, imaginarse en una hamaca de terciopelo negro dentro de una pieza oscura o decir una y otra vez “no pienses, no pienses, no pienses”.
Cualquiera de estos debe visualizarse por al menos 10 segundos, pues luego de eso, estarás completa y placenteramente dormido.
La efectividad del método, de todas formas, dependerá de cómo se ejecute y de cada quien. La Fuerza Aérea de Estados Unidos puso a disposición este link en donde podrás encontrar más recomendaciones para la inducción del sueño.