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Secadores de manos con aire “deberían ser prohibidos”: científicos alertan que propagan altos niveles de bacterias peligrosas

Esto luego de revisar los resultados de un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Leeds.

Los secadores de manos con aire están prácticamente en todos lados. En los baños de los malls, centros comerciales, restaurantes e incluso en algunas oficinas, desplazando a las típicas toallas de papel.

Sin embargo, un grupo de científicos está pidiendo el retorno de éstas, luego de los resultados obtenidos por investigadores de la Universidad de Leeds en Inglaterra, los cuales dejaron por el suelo a la mencionada máquina.

Según informa el Daily Mail, los expertos hallaron altos niveles de bacterias peligrosas tras la utilización de este tipo de secadores, asegurando que pueden dejar hasta cinco veces más bacterias en el piso que las toallas de papel, por lo que pidieron que sean «prohibidas» en los hospitales.

El estudio se elaboró en tres hospitales del Reino Unido, Italia y Francia, siendo seleccionados dos baños en cada uno de estos recintos y que estos tuvieran ambas alternativas de uso para secar las manos.

Luego de esto, un día determinado debía funcionar solamente uno de estos dos tipos de secadores de manos, tras lo cual se midieron durante doce semanas los niveles de contaminación bacteriana en los baños, comparándose los resultados entre las toallas y las máquinas.

El día que eran utilizadas solamente las secadores de manos de aires, habían cinco veces más gérmenes en el suelo, y bastante más en el aire y las diferentes superficies del baño.

En ese sentido, se encontraron bacterias como E. coli (causa neumonía y gastroenteritis), Staphylococcus aureus (es responsable del envenenamiento de la sangre) y enterococos (que causa distintos tipos infecciones).

«Encontramos múltiples ejemplos de una mayor contaminación bacteriana en las superficies, incluso por bacterias fecales y resistentes a los antibióticos, cuando se usaban secadores de chorro de aire en lugar de toallas de papel. La elección del método de secado de manos afecta la probabilidad de propagación de microbios y, por lo tanto, posiblemente el riesgo de infección», sostuvo el líder de la investigación, el profesor Mark Wilcox.

«Cuando las personas usan un secador de chorro de aire, los microbios se desprenden y se esparcen por la sala de baños. En efecto, la secadora crea un aerosol que contamina la sala de baño, incluida la propia secadora y, potencialmente, los fregaderos, el suelo y otras superficies, según el diseño de la secadora y su ubicación», detalló.

Ante esto, remarcó que «si las personas tocan esas superficies, corren el riesgo de contaminarse con bacterias o virus».

«Los secadores de chorro de aire a menudo dependen de la tecnología sin contacto para iniciar el secado de manos. Sin embargo, las toallitas de papel absorben el agua y los microbios que quedan en las manos y si se eliminan adecuadamente, hay menos posibilidades de contaminación cruzada», explicó el investigador.

Eso sí, surgieron algunas críticas ya que el trabajo fue auspiciado por la European Tissue Symposium, una empresa de toallas de papel. Pese a esto, los expertos se defendieron y aseguraron que los resultados son correctos.

En ese sentido, el 2016 también se hizo un estudio comparando las antiguas secadoras de manos de aire y las máquinas modernas, indicándose que estas últimas eran capaces de contaminar hasta un 60% más que las anteriores.

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