Netti Moffitt, una mujer residente en la ciudad australiana de Brisbane, peló una naranja al anochecer para que la comiera su hijo. El menor se comió tres gajos, tiró los restos a la basura y dejó otro poco sobre una mesa de la cocina.
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Al otro día, la madre observó los sobrantes de la mencionada fruta y quedó sorprendida: los trozos eran de color morado. Y mientras más avanzaba el día, más púrpura se colocaba todo.
«Durante el resto del día y de la noche a la mañana continuaron desarrollando este sorprendente color índigo», relató la mujer al The Sydney Morning Herald.
Moffitt se asustó por un momento, ya que pensó que el extraño hecho podría ocasionar problemas de salud para su hijo, ya que había sido el único que había comido naranja.
https://twitter.com/debguharoy/status/1039030122328801281?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1039030122328801281&ref_url=https%3A%2F%2Factualidad.rt.com%2Factualidad%2F288105-naranja-cambiar-color-purpura-australia
Ante esto, dio a conocer el caso a las autoridades sanitarias del país, quienes de inmediato recordaron que tres años atrás había pasado un hecho similar en la misma zona de Australia.
Sin embargo, pese a que la situación alcanzó la notoriedad pública en el país oceánico, los científicos no lograron determinar el por qué la naranja se convirtió en morada.
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En ese sentido, solo teorizaron que probablemente alguna sustancia química no identificada podría existir en la vivienda donde ocurrió el primer caso, hipótesis que nunca lograron completar.
Por lo mismo, los expertos se llevaron los trozos de naranja, el cuchillo que se utilizó para pelarla y todo elemento que estuvo en contacto con la fruta para ver si de esta forma logran en esta ocasión una respuesta verdadera para resolver el misterio.