Richard Piquard, un hombre de 24 años, tenía en su casa dos mascotas: un perrito de raza Shih Tzu llamado «Chico» y un gato. Sin embargo, como ambos animales no se llevaban bien, decidió que solamente tenía que quedarse con uno.
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Según informa Fox News, el sujeto se compró un felino, el cual no congenió con el can, por lo que al día siguiente de la adquisición tomó la drástica y macabra decisión de enterrar vivo a «Chico», cavando un hoyo y luego tapándolo con una roca.
Sin embargo, una mujer logró darse cuenta del hecho y fue en rescate del perrito, al cual encontró en mal estado y que llevó de inmediato a urgencias. Lamentablemente, las heridas con las que quedó el animal ocasionaron que el veterinario decidiera que había que sacrificarlo.
«Gritó de dolor, suciedad en cada parte de él. Se sentía plano como un panqueque de la roca que lo pesaba por el agujero», escribió Kaylee Belanger en Facebook respecto a sus sensaciones tras encontrar a «Chico».
En ese sentido, ella recibió un mensaje de texto de Piquard en donde este le contaba que el can «había fallecido en la noche», lo cual le extrañó considerando que el día previo había visto al hombre con su nueva mascota.
El sujeto fue detenido, recibiendo cargos por crueldad animal. Pese a esto, salió en libertad bajo fianza tras pagar mil dólares. En tanto, se informó que el joven era dueño del perro junto a su novia, pero tras el fin de la relación él se quedó con el can y ya llevaban 18 meses viviendo juntos.