Las moscas y las abejas son dos de los polinizadores naturales más eficientes que existen, pero como muchas cosas en este mundo, por culpa de los hombres el número de estos insectos ha disminuido de manera considerable generando su preocupación en la comunidad científica internacional.
PUBLICIDAD
Con eso en mente, un grupo de especialistas de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos, trabaja incansablemente desde hace varios meses para responder ante un eventual apocalipsis que llevara a la extinción de los insectos.
Y gracias a ese trabajo, ya han desarrollado una solución que podría haber salido directamente de las páginas de un libro de ciencia ficción: las abejas robóticas.
Uno de los principales problemas que encontraron los investigadores fue el complejo movimiento de las alas que tienen estos insectos, por lo que una vez que lograron resolverlo, están seguros que podrán crear millones de abejas drones para polinizar las plantas.
Así es una robo-abeja
Los científicos lograron un sistema que les permite a los robots mover las alas en cualquier dirección, e incluso dar giros en 360 grados.
Estas alas están fabricadas con una película liviana hecha de mylar, el material utilizado en las mantas espaciales, lo que además las hace seguras para las personas que trabajen cerca de ellas.
PUBLICIDAD
Los pequeños drones son capaces de alcanzar una velocidad de 24 kilómetros por hora y su tupo de vuelo es más eficiente que el de los drones con hélices de helicóptero, por lo que la batería tiene una autonomía mayor.
Las robo-abejas pueden ser equipadas con sensores que les permitan volar de forma autónoma de una planta a otra, evitando los choques entre ellas, lo que además permite que eviten obstáculos a medida que avanzan.
«Esta es la solución»
«El uso que vemos para esto es la polinización en invernaderos. La abeja está bajo amenaza debido a nuestros métodos de cultivo y no sabemos cuál será su futuro. Esta es una solución»,dijo a The Guardian Matěj Karásek, uno de los investigadores que trabaja en el proyecto.
«No estamos tratando de copiar moscas y abejas, pero estamos tratando de aprender de ellos», agregó.
«La física limita lo pequeños que pueden ser los drones normales», sostuvo.